
La primera exposición individual de Marta Minujín en México, Vivir en arte, reúne obras históricas y recientes que dan testimonio del impacto que su obra ha tenido en la escena artística global. Durante más de seis décadas, Minujín ha redefinido el arte contemporáneo, participando en movimientos que desafiaron las convenciones y consolidándose como una de las figuras más importantes del arte argentino y un ícono internacional. El título de la exposición refleja el deseo de la artista de trastocar todos los aspectos de la vida con arte. Pionera en happenings, performances y obras interactivas, Minujín ha demostrado a lo largo de su carrera que el arte puede infiltrarse en todos los ámbitos de nuestra existencia—desde los espacios más íntimos hasta la política y los mercados mundiales.
Una de las obras centrales de la exposición es El obelisco acostado, presentada por primera vez en México y concebida originalmente para la I Bienal Latinoamericana de São Paulo en 1978. Recostada a lo largo de la galería, la pieza replica el obelisco de la Plaza de la República en Buenos Aires e invita a los visitantes a recorrerla y descubrir una serie de videos proyectados en su interior. Uno de ellos documenta el obelisco original en Argentina, mientras que otro presenta el supuesto traslado de Buenos Aires a São Paulo. Estos videos transforman la escultura en un dispositivo narrativo y conceptual que cuestiona el origen y el significado de los mitos culturales. Fotografías del montaje original en São Paulo y una escultura del obelisco cayendo progresivamente se muestran a un costado de la estructura.
En lugar de destruir el monumento, Minujín lo desplaza, lo invierte y lo abre, volviéndolo un espacio lúdico y accesible. La verticalidad y el simbolismo de los regímenes autoritarios inscrito en muchos monumentos han sido desde hace tiempo temas claves en el trabajo de Minujín, que busca desarmar estas estructuras a través de la participación pública. El obelisco acostado dio origen a la serie La caída de los mitos universales, que propone el desmantelamiento de los símbolos que sostienen los relatos oficiales del Estado. Su vigencia hoy en día subraya la urgente necesidad de imaginar, desde la horizontalidad, nuevas formas de representación y de experiencia colectiva.
Alrededor del obelisco caído se presenta una selección de obras con colchones que Minujín ha realizado desde 2006, retomando un material que utilizó por primera vez en la década de 1960, cuando estudiaba en París. En sus inicios, reutilizaba colchones desechados que encontraba en las calles cercanas a hospitales, pintándolos con patrones de rayas inspirados en las minifaldas de moda de la época, impregnándolos de una energía vibrante y provocadora que evocaba el espíritu de la revolución sexual. Cuando le preguntaron por su elección de material, respondió: “¿Cómo no traer al lenguaje del arte un objeto en el que pasamos la mitad de nuestra vida, donde nacemos, amamos, hacemos el amor y morimos?” En las obras más recientes que se presentan aquí, Minujín entreteje formas escultóricas blandas pintadas en colores intensos, transmitiendo movimiento, vitalidad y alegría.
Una serie de dibujos retoma las formas y paletas exuberantes de las esculturas de colchones, ofreciendo una mirada más íntima a la práctica pictórica de la artista y a la relación entre su obra bidimensional y tridimensional. Consideradas en conjunto, las obras con colchones y el obelisco revelan la visión artística y política de Minujín, sostenida por su empeño en transformar el espacio cívico y la memoria cultural. Vivir en arte nos invita a apreciar la amplitud de la práctica de Minujín y a reflexionar sobre su papel en la consolidación del arte de América Latina como vehículo de vanguardia global.