kurimanzutto fue concebida por Gabriel Orozco, José Kuri y Mónica Manzutto en 1999 y fue fundada, inicialmente, como una galería nómada. Sus proyectos ocupaban espacios diversos dentro del paisaje urbano de la Ciudad de México, impulsados por el compromiso de fomentar puentes locales, nacionales y globales para los artistas con quienes trabajaban. En los años sucesivos, kurimanzutto evolucionó como una plataforma creativa para exposiciones institucionales y mayor representación internacional que al mismo tiempo cultiva una relación profundamente colaborativa con los artistas. Uno de los principios fundamentales de kurimanzutto ha sido habitar lugares inusuales, así como asociarse con diversas entidades culturales, con el fin de dar paso a nuevas conversaciones y narrativas fuera del espacio del cubo blanco.
Su condición itinerante les permitió organizar muestras en lugares insospechados y dar rienda suelta a los proyectos de los artistas. La primera exhibición de la galería, titulada “Economía de mercado”, se inauguró el 21 de agosto de 1999 y estuvo abierta al público durante menos de 24 horas. En un local rentado, trece de los catorce artistas que entonces formaban parte de la galería, pusieron a la venta piezas elaboradas con materiales del mismo mercado y a precios equivalentes a los productos aledaños.
Esta misma flexibilidad también les dio la posibilidad de viajar y actuar como embajadores al invitar artistas y curadores extranjeros a la Ciudad de México. El esfuerzo por exhibir desde un inicio la obra de artistas internacionales y presentar proyectos fuera de México, buscaba establecer un intercambio de ideas más allá de las fronteras del país, además de estimular un diálogo crítico y creativo como parte integral de su forma de trabajo.
Durante los primeros años la mayoría de los artistas participó en casi todas las exhibiciones de la galería. Los proyectos se resolvían de manera colaborativa: mientras cada uno desarrollaba una práctica individual, todos se alimentaban del trabajo de los demás. Esta forma de relacionarse les dio un sentido de pertenencia y terminó por dar forma a kurimanzutto. Tan sólo en esos primeros cuatro años, la galería llevó a cabo más de doce proyectos distintos en todo tipo de locaciones, que incluyeron el estacionamiento de un supermercado, el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, el restaurante Los Manantiales en Xochimilco y el contenedor de un tráiler, entre muchos otros.
El departamento de Mónica y José, que había operado como oficina y almacén durante los primeros años, se vio definitivamente rebasado en 2006. Fue entonces cuando se decidió comprar una bodega en la calle de Juan de la Barrera en la colonia Condesa. Durante varios años, ésta sirvió lo mismo de espacio de exposición que de taller y estudio pero sobretodo, se convirtió en una nueva herramienta a disposición de los artistas.
En 2008 kurimanzutto abrió su espacio de exposición actual en la calle de Gobernador Rafael Rebollar No. 94. Construido en 1949, el edificio que alguna vez albergó una antigua maderería y luego una pastelería industrial, fue renovado por el arquitecto Alberto Kalach. La nave principal se convirtió en un área ininterrumpida de exhibición de 20 por 13 metros pero conservó sus armaduras de madera originales y la luz natural que entra desde la cubierta. La remodelación transformó el resto de los volúmenes preexistentes en oficinas, una librería, una pequeña bodega y un área para convivir con bar, sala y comedor.
El espacio de kurimanzutto en Nueva York abrió al público en mayo 2018 en 22 East 65th Street. La inauguración de este espacio de proyectos marca un momento crucial dentro del desarrollo de su creciente familia de artistas y es un punto de encuentro para sus ideas. Desde la década de los noventa, Nueva York ha estado cerca de la galería cuando Gabriel Orozco se acercó a Mónica y José con la idea de abrir kurimanzutto en la Ciudad de México. Esta ciudad mantuvo un lugar importante en las conversaciones que entablaron a lo largo de los años. Con este nuevo proyecto buscan establecer conexiones más fuertes con artistas, instituciones y profesionales del arte quienes los han acompañado durante su evolución. Es para la glaería una manera de mantener y confirmar su compromiso con el desarrollo de las corrientes artísticas que viven y crecen dentro de la ciudad.
La programación de kurimanzutto en Nueva York representa una extensión de la galería en la Ciudad de México y reafirma la misión de crear nuevos espacios y situaciones que transmitan el espíritu de kurimanzutto. El espacio en Nueva York será un catalizador del amplio programa internacional enfocado hacia Norte América y refleja la promesa de la galería de agrandar las oportunidades de exposición para los artistas que representa y que les permita sobrepasar los límites del espacio físico al extenderse dentro de la ciudad e involucrar a espacios alternativos y actores locales.
En 2020, en medio de la pandemia por COVID-19, kurimanzutto presentó TITAN, un proyecto de arte al exterios en una serie de cabinas telefónicas sobre 6a avenida en Nueva York, un proyecto concebido por Damián Ortega y Bree Zucker. El proyecto TITAN toma como premisa que una galería puede existir en espacio abierto, abierto a cualquier hora, y libre para todos los espectadores, incluso a la media noche.
Esta exposición continúa con el dialogo entre el público y kurimanzutto dentro del espacio público. Desde sus inicios en 1999, kurimanzutto a promovido proyectos y exposiciones fuera del cubo blanco para estimular el intercambio cultural. Proyectos anteriores han involucrado exposiciones y performance en espacios como mercados locales, jardines flotantes, estacionamientos, aeropuertos y más recientemente el proyecto sobre un espectacular publicitario de Sonora 128 en la Ciudad de México. TITAN marca el primer proyecto colaborativo de kurimanzutto en el espacio público de Nueva York.
Actualmente kurimanzutto representa a 35 artistas nacionales e internacionales. Más que ser un espacio de contemplación, la galería es un lugar de encuentro abierto a la crítica y a la investigación, que se presta al desarrollo de proyectos arriesgados raramente vistos en galerías comerciales. Hasta hoy, la galería trabaja bajo la misma premisa: los artistas y la innovación creativa de sus proyectos están al centro de su razón de ser.
