La exposición en dos partes de Julio Galán en kurimanzutto y Luhring Augustine en Chelsea marca su primera presentación individual en Nueva York en más de dos décadas. Abarcando casi toda su carrera, las pinturas y pasteles expuestos presentan espacios inquietantes y oníricos donde personajes reales e imaginarios se fusionan con las narrativas personales del artista.
En la edición de Desde el Archivo, analizamos la vida de Galán —trágicamente truncada a los 47 años— y el intenso lenguaje visual de una práctica que presenta la identidad como una representación, como un performance fragmentado en constante transformación.