Con motivo de la exposición individual de Gabriel Orozco en kurimanzutto, Ciudad de México, compartimos una selección de sus publicaciones hasta la fecha. Desde monografías hasta catálogos de exposiciones y libros de artista, en las últimas tres décadas se han publicado un total de 46 libros dedicados a la obra de Orozco. Esta selección temática invita a reexaminar su trabajo a través del formato de la publicación, como testimonio de su compromiso constante con las posibilidades que ofrece el lenguaje de los libros.
Orozco como recolector
Guiado por el carácter antiespectacular de lo cotidiano, muchas de las publicaciones de Orozco recogen ejemplos de cómo establece relaciones entre distintos elementos -eventos, objetos e incluso autores literarios- que pueden no resultar evidentes a primera vista. Nacido en México en 1962, ha trazado estas conexiones a través de los distintos lugares donde ha vivido, como Tokio, Ciudad de México, Nueva York y París. Este aspecto de su práctica, más parecido al de un coleccionista o un recopilador de asociaciones, puede apreciarse en From Green Glass to Airplane Recordings (2001), un catálogo que presenta más de 200 stills extraídos de cinco obras de video en color que Orozco exhibió en su exposición individual de 1997 Recordings and Drawings en el Stedelijk Museum de Ámsterdam. Ojear el libro es transportarse detrás de la cámara de Orozco mientras filmaba estos videos ese mismo año en Amsterdam y Nueva York. Cada página capta un acontecimiento perfectamente ordinario en un entorno urbano -una bolsa de plástico enrollada en el asiento de una bicicleta, o la estela de un avión que atraviesa un cielo azul despejado- condensando un momento de claridad y conciencia en una imagen donde las especificidades de cada lugar se difuminan.
A partir de la década de 1980, Orozco empezó a fotografiar objetos ordinarios, ya sea porque los encontraba en la calle o porque el artista los intervenía sutilmente para crear composiciones fugaces que podía documentar con su cámara. En este contexto, su exploración del formato de video se desarrolló a partir de su interés por "la liquidez de las cosas, cómo una cosa te lleva a la que sigue", cómo se percibe a partir de lo que aparece antes o después y qué relaciones surgen de "estar una al lado de otra". [1]
En 2012, Orozco llevó este enfoque aún más lejos al recolectar, exponer y fotografiar rigurosamente miles de objetos desechados para incluirlos en su instalación en el Guggenheim Museum de Nueva York. Los objetos fueron recolectados por el artista; desde minúsculos restos de chicles, monedas y cremalleras rotas, perdidas en un campo de juego de Nueva York cercano a su casa, hasta grandes restos de basura, como botellas de vidrio, bombillas, boyas, piedras y remos, que habían encallado en una reserva ecológica en la costa de Baja California en México. En el catálogo de la exposición Asterisms, Orozco deja constancia de su investigación taxonómica de estas diferentes geografías, documentando los 1.200 objetos encontrados en cada lugar junto con las cuadrículas fotográficas que retratan cada uno de ellos, ordenados por material, forma, tamaño y color. De la mano de un ensayo escrito por la curadora Nancy Spector, el libro se convierte tanto en una extensión del proyecto como en una ventana al proceso de selección de Orozco en ambos lugares.
Publicado para acompañar una serie de mesas de diálogo coordinadas y moderadas por Orozco en el marco del Festival Internacional del Libro de Edimburgo en 2015, Mexico in Words contiene una selección de textos de autores mexicanos reunidos por el artista. Guiado por sus propias preferencias de lectura, Orozco recopiló cuentos, poemas y ensayos traducidos de Eduardo Antonio Parra, Pablo Soler Frost, Juan Villoro, Sergio González Rodríguez, Mónica de la Torre, Julián Herbert y Gabriela Jauregui. La publicación se lee como una constelación de textos caracterizados por la originalidad y el humor, que ofrece a los lectores internacionales la oportunidad de descubrir una nueva ola de autores mexicanos notables por "la profundidad y agudeza con que tratan temas serios."[2]
Libros de artista & carpetas
En 1995, Orozco publicó su primer libro de artista, Triunfo de la Libertad No. 18, Tlalpan, C.P. 1400, una breve publicación compuesta íntegramente por fotografías y editada por el crítico y curador Hans Ulrich Obrist. Titulado con la dirección de la casa de Orozco en el sur de la Ciudad de México, el libro constituye un ensayo visual en el que se entrelazan objetos y escenas cotidianas. Parecida a una perla, una pelota flota en el agua, bailando alrededor del sol reflejado en medio de un cielo plagado de nubes; dos platos de plástico, coronados con papel estraza manchado de grasa, descansan sobre una roca volcánica; y los movimientos de un hombre limpiando con agua a presión el borde de una alberca son sólo algunos ejemplos de las imágenes que se van entretejiendo en patrones visuales. También se incluye al principio del libro una calcomanía de los círculos concéntricos en rojo, amarillo, blanco y azul que más tarde se convertirían en un motivo característico de su obra.
Polvo Impreso (2002) es una carpeta de doce grabados realizados imprimiendo capas de pelusa sobre una placa de cobre. Recolectadas de las secadoras de ropa, las partículas de polvo y restos de tejidos textiles también contienen residuos de piel y pelo. A través de estas composiciones, Orozco reflexiona sobre el paso del tiempo y las distintas formas en que elegimos registrarlo, así como sobre el poder del polvo para transformar cualquier superficie sobre la que se asiente, acumulándose con paciencia.
La carpeta fue impresa por Jacob Samuel en Santa Mónica en una edición de veinticinco ejemplares. En las últimas líneas del breve texto que acompaña a la carpeta, el artista afirma que Polvo Impreso es un libro por la relación del formato con el polvo: "Que cuando se abre, como cualquier otro libro, esparce el polvo, y cuando lo leemos, como cualquier otro, leemos una imagen a pesar del polvo".[3]
Inspirado en el movimiento Samurai, o movimiento del caballo, en el ajedrez, el libro de artista The Samurai Tree Invariants (2006) explora las diferentes permutaciones que resultan de un conjunto de reglas autoimpuestas, creadas por Orozco para investigar las posibilidades espaciales y cromáticas de un sistema estructurado. Además de las instrucciones para realizar estos diagramas impresas en las solapas, el libro está dedicado a las 672 impresiones digitales que documentan las posibles variaciones de este sistema, muchas de las cuales Orozco ha realizado como pinturas. Al trabajar dentro de un marco espacial y cromático tan estrictamente definido, las composiciones en blanco, rojo, azul y dorado parecieran fluir de unas a otras, como en un flipbook.
Estas publicaciones son sólo algunos ejemplos de la aproximación poética y visualmente compleja que Orozco despliega en las páginas de sus proyectos editoriales.
A través de la mirada de otros
Muchos historiadores y críticos de arte han escrito sobre la obra de Orozco, produciendo volúmenes de entrevistas, ensayos críticos y reseñas de exposiciones. El primer libro dedicado al artista se publicó en 1993, con motivo de su primera exposición individual que tuvo lugar en la Kanaal Art Foundation de Kortrijk en Bélgica, organizada por M. Catherine de Zegher. El catálogo incluye ensayos de la crítica de arte Jean Fisher y del historiador del arte Benjamin H.D. Buchloh, que más tarde se convertiría en uno de los interlocutores y comentaristas habituales de Orozco. Ambos ensayos analizan críticamente obras entonces recientes de Orozco, como Mis manos son mi corazón (1991) y Piedra que cede (1992), consideradas hoy dos de sus piezas más icónicas.
El artista Damián Ortega publicó El Pájaro para principiantes (2000) con motivo de la primera exposición dedicada a la trayectoria de Orozco en Estados Unidos, en el MOCA, Los Ángeles. La minibiografía de Orozco adopta la forma de un cómic y se titula como el apodo que recibió el artista durante su adolescencia, El Pájaro. El inusual formato de esta publicación, marcado por un tono irreverente, combina los dibujos de Ortega con un collage de viñetas de otros autores para dar una mirada lúdica a las obras más emblemáticas de Orozco, al tiempo que ofrece una breve historia del arte contemporáneo. Ortega conecta la práctica de Orozco con la de otros artistas como Helio Oiticica para considerar las implicaciones del contexto latinoamericano en el mercado del arte y la industria cultural.
En 2013, la historiadora del arte y curadora Briony Fer, otra de las interlocutoras más constantes de Orozco, organizó una exposición individual de su obra en la Fruitmarket Gallery de Edimburgo. Tomando la pintura de 2005 The Eye of GO como punto de partida, Thinking in Circles profundiza en el marco conceptual y el proceso creativo del artista. Escrito en un tono cálido y franco, cada capítulo del catálogo nos adentra en la exploración de la obra de Orozco realizada por la curadora. Fer examina la intrincada mecánica que atraviesa el uso del círculo en la práctica de Orozco, y cómo desde principios de la década de 1990 lo ha aplicado a una amplia gama de superficies encontradas y fabricadas, como fotografías, billetes, periódicos, dinero, hueso, terracota y piedra. La publicación reflexiona sobre el enfoque metódico del artista, revelando cómo "una obra, entonces, prolifera muchas", como escribe Fer, "una obra puede contener muchas versiones diferentes de sí misma que se hacen visibles con el tiempo."[4]
Los tres libros de esta sección son ejemplos de las diferentes maneras en que la práctica de Orozco ha sido tratada en el formato de la publicación, permitiendo a los lectores ver su obra a través de la mirada de otros, ofreciéndonos varias lentes para acercarnos a las últimas tres décadas de su trayectoria artística.
De afuera hacia dentro / De adentro hacia fuera
Algunas de las publicaciones de Orozco han buscado registrar proyectos en los que empuja los límites del estudio convencional del artista y el espacio de la galería, ya sea produciendo obras al aire libre y en colaboración con otros, o desdibujando la línea entre el arte y la vida cotidiana para traer el mundo exterior dentro del cubo blanco.
Invitado por la Fundación Botín, Orozco viajó a Santander en julio de 2005 y organizó un taller de doce días para jóvenes artistas en Villa Iris, seguido de una exposición. El catálogo resultante de la residencia, Gabriel Orozco en Villa Iris: Taller y exposición, contiene tres cuadernillos dedicados a diferentes aspectos del taller y un DVD con breves vídeos de los ejercicios que dirigió con los participantes: recoger agujas de pino y calcarlas con grafito sobre papel japonés; sumergir pelotas de tenis en pintura negra y utilizarlas para dibujar sobre un lienzo extendido por más personas, entre otros. Uno de los cuadernillos contiene notas informales y citas de las discusiones del taller, dejándonos ver una faceta poco conocida del pensamiento pedagógico de Orozco.
El catálogo del OROXXO (2018) documenta la exposición anterior de Orozco en kurimanzutto, cuando transformó la galería en un OXXO en pleno funcionamiento, replicando una sucursal de la cadena de tiendas de conveniencia más grande en México. Como parte del proyecto, intervino más de 300 productos cotidianos con una calcomanía de la obra gráfica geométrica por la que se ha vuelto tan conocido, exhibiéndolos como productos normales en los estantes de la tienda y también como obras de arte en la parte de atrás de la galería. El libro retrata esta ambiciosa exposición a través de vistas de instalación, imágenes de todos los productos intervenidos, textos críticos de los escritores Jori Finkel y Juan Villoro, así como una conversación entre los académicos Luciano Concheiro y Benjamin H.D. Buchloh. El catálogo también incluye las reacciones suscitadas por el OROXXO, que oscilaron desde la admiración hasta la burla en medios digitales e impresos, así como en publicaciones en redes sociales y memes.
En 2016, Orozco dio a conocer el jardín público que diseñó como una obra de arte permanente en la South London Gallery. Desarrollado a lo largo de dos años en colaboración con arquitectos y horticultores, este proyecto juega con la idea de ruina urbana, donde se permite que la naturaleza se extienda a través y alrededor de los círculos de piedra concebidos por Orozco para el pavimento del jardín. The Orozco Garden at the South London Gallery (2021) hace un recuento de las ideas que inspiraron el primer encargo paisajístico del artista. El libro se convierte en un registro de todo el proyecto que incluye reproducciones de los dibujos y bocetos del artista, planos arquitectónicos y un índice de plantas ilustrado en el que se detallan más de 50 especies plantadas en el jardín donde han florecido de forma natural otras hierbas y flora aromática.
Cuadernos de trabajo & diarios
Orozco utiliza sus cuadernos como espacio de estudio y reflexión de ideas, ya sea en su escritorio o mientras viaja. Cuando se mudó de México, los cuadernos adquirieron un papel aún más central en su práctica, convirtiéndose en algo más parecido a un diccionario de sus pensamientos, una especie de estudio donde registrar ideas para proyectos actuales y futuros. Notas, listas, bocetos, recortes de periódico, transcripciones, diagramas e imágenes de su trabajo llenan sus páginas junto a hojas, flores y todo tipo de cosas pequeñas que integra en un collage encuadernado entre tapas duras.
Alternando transcripciones de su cuaderno de trabajo y algunas reproducciones de las páginas originales, Materia Escrita (2014) recopila una selección de sus notas de 1992 a 2012. Según Orozco, abordó el proceso de edición como una especie de trabajo escultórico, no muy distinto de empezar con un bloque de piedra y darle forma hasta convertirlo en algo que se pudiera leer.[5] El libro se publicó primero en español y después en inglés como Written Matter (2020).
El diario que se convertiría en la publicación más reciente de Orozco comenzó en Tokio durante la pandemia de COVID y continuó en Acapulco y Ciudad de México. Diario de Plantas (2023) reúne una selección de 724 dibujos que registran las huellas y trazos de hojas que hizo entre noviembre de 2021 y abril de 2022. El libro reproduce a escala real las obras originales en gouache, tempera, tinta y grafito, realizadas en cuadernos lo suficientemente pequeños como para caber en la palma de una mano. Publicado en dos volúmenes de tapa dura, este proyecto nos permite hojear su diario y vislumbrar la práctica cotidiana del artista, así como su profundo interés por el paisaje y el entorno natural.
La exposición de Orozco en kurimanzutto presenta una serie de estos dibujos enmarcados. Algunos en una sola hoja, pero muchos de ellos en su formato original: como páginas dobles en un cuaderno que documenta una forma de lenguaje vegetal, fotosintético, una especie de pensamiento propio de las plantas que se convierte en su propia forma de respirar y escribir, con y en la naturaleza. Diario de Plantas es el ejemplo más reciente de cómo Orozco ha adaptado su obra al formato del libro. Con cada publicación ha explorado cómo la página impresa puede transmitir y ampliar su práctica artística.
–––––––––––
[1] Gabriel Orozco, entrevistado por Daniel Birnbaum, “1000 Words: Gabriel Orozco talks about his Films,” Artforum, verano 1998, vol. 36, no. 10, 155.
[2] Gabriel Orozco, “Introduction,” en Mexico in Words: Selected by Gabriel Orozco (Edinburgo: The Fruitmarket Gallery, 2015), 6.
[3] Gabriel Orozco, Polvo Impreso (Santa Monica: Jacob Samuel, 2002).
[4] Briony Fer, Thinking in Circles (Edinburgo: Fruitmarket Gallery, 2013), 138.
[5] Gabriel Orozco, en conversación con Briony Fer, An Island is a Circle (Colonia: Verlag der Buchhandlung Walther König; Nueva York: Marian Goodman Gallery, 2021), 119.