autoconstrucción es un evento en vivo, con cuatro actores y cinco músicos, que se presenta al público en el espacio de la galería kurimanzutto. Para este proyecto se construyó una instalación escénica que permanecerá en exhibición, junto con otros objetos —todos ellos obras en sí mismos— utilizados durante cada presentación.
autoconstrucción es el resultado de un diálogo entre el teatro, la música y las artes plásticas. Antonio Castro —director de teatro—, Abraham Cruzvillegas —escultor— y Antonio Fernández Ros —compositor—, se plantean este proyecto como un ejercicio de colaboración que se extiende a actores y músicos y cuya referencia principal es la autoconstrucción: su entorno económico, social, político, histórico.
La autoconstrucción y las transformaciones sociales vinculadas al paracaidismo y a la crisis de la modernidad en México durante los años sesenta, son materia prima de esta obra. Los posibles personajes de esos procesos (amas de casa, estudiantes, obreros, políticos y marginados) tejen sus metamorfosis ante nuestros ojos en estructuras que nunca concluyen.
La propuesta es activar una dinámica «autoconstructiva» fincada en la improvisación, la transformación y la inestabilidad; cualidades propias de la autoconstrucción. Creado a partir de necesidades específicas surgidas del intercambio de ideas y experiencias, este proyecto genera estrategias abiertas de creación y de interpretación.
autoconstrucción es una suma de elementos: el movimiento escénico, la música, la iluminación —una propuesta de Mónica Raya— y la interacción con objetos y obras propuestas por artistas de distintas disciplinas y contextos: Eduardo Abaroa, Allora & Calzadilla, Luz María Bedoya, Roderick Buchanan, Alessandro Ceresoli, Minerva Cuevas, Kate Davis, Dr. Lakra, Daniel Guzmán, Jonathan Hernández, Anna Jermolaewa, Hassan Khan, Gabriel Kuri, Michael Marriott, Jimena Mendoza, Roman Ondák, Gabriel Orozco, Damián Ortega y Frances Priest.
Después de presentar una serie de proyectos alrededor de autoconstrucción (exposiciones, libros, un álbum de música, una película, registros documentales y una crónica de viva voz de los padres del artista) en Nueva York, Glasgow, Londres, París, Chicago, Cali, La Habana y San Francisco; Abraham Cruzvillegas continúa esta investigación. Fincada en la experiencia de su casa en la colonia Ajusco, construida en los pedregales de Coyoacán, al sur de la Ciudad de México, esta es una exploración de la energía y los procesos de su colonia, sus calles, sus casas, sus materiales y sus habitantes.
autoconstrucción es también una continuación de la preocupación de Antonio Castro por buscar nuevas formas de representación de la realidad explorada anteriormente en obras como Yamaha 300, El capote y 1822. Asimismo, la música de Antonio Fernández Ros desarrolla pequeñas estructuras que van de lo estable a lo inestable y que se interrumpen constantemente intentando buscar su identidad.
El proyecto escénico autoconstrucción mantiene el sentido comunitario que ha determinado la producción de Cruzvillegas, así como el carácter híbrido y contradictorio a partir del cual el artista toma conciencia de su identidad y explora el factor humano, desde lo afectivo, lo sexual y lo político