Conocida principalmente por su exploración de la antropología y la arqueología mexicana, Mariana Castillo Deball (México, 1975) estudió artes visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM en la ciudad de México y un posgrado en la Jan Van Eyck Akademie en Holanda. En el 2013 tuvo una muestra individual en CCA Glasgow y el año anterior presentó su obra en el marco del Preis der Nationalgalerie für junge Kunst en Berlín. Ha participado en dOCOUMENTA (13) en Kassel y actualmente exhibe en la 8 Bienal de Berlín. Después de haber expuesto en el Museo Experimental El Eco en 2011, Castillo Deball regresa a México con Vista de Ojos, su primera exposición individual en kurimanzutto.
Al igual que sus exhibiciones anteriores, Vista de Ojos es el resultado de un largo proceso de investigación que busca establecer un diálogo con instituciones y museos más allá del arte contemporáneo. Su trabajo la ha llevado a colaborar con colecciones etnográficas, bibliotecas y archivos históricos. La obra de Castillo Deball establece un vínculo estrecho con la literatura, la filosofía, la historia de la ciencia y la arqueología, de las cuales adopta diferentes metodologías para incorporarlas a su práctica. Esta apertura multidisciplinaria le permite estudiar las diferentes formas en que un objeto histórico puede leerse hoy en día.
Este interés se refleja en la pieza principal de la exposición, Vista de Ojos (2014), un pavimento de madera grabado con el dibujo del mapa de Uppsala (1550) que representa la Ciudad de México y sus alrededores. El dibujo original fue realizado por un cartógrafo indígena o Tlacuilo, y se considera que es el más antiguo con una representación detallada y fidedigna de la capital a unos treinta años después de la conquista.
En la parte central de la imagen se muestra la traza de la ciudad con los edificios alineados en las calles rectas, las manzanas bien conformadas y las casas de los conquistadores y primeros pobladores con las formas de los edificios europeos. En la periferia se pueden observar los asentamientos indígenas y a sus pobladores desarrollando actividades cotidianas. En la parte inferior derecha del mapa todavía se puede leer la dedicatoria al Emperador Carlos V. También se pueden leer partes del nombre “Santa Cruz”, razón por la que durante mucho tiempo se creyó que Alfonso de Santa Cruz (1505–1567), Real Cosmógrafo de Sevilla, fue su autor. Sin embargo, posteriores investigaciones aseguran que el mapa fue pintado por una persona de Tenochtitlán/México, un azteca con educación europea. Se sabe que Alfonso de Santa Cruz visitó el Sur de América, pero nunca México, y tanto la construcción como el contenido del mapa muestran que quien lo realizó era un conocedor de los lugares y de los habitantes de este país.
El mapa original fue pintado en verde, azul y gris, sobre dos hojas de pergamino aproximadamente del mismo tamaño y añadidas verticalmente, dando al conjunto un tamaño de 114 por 75 cm. Los numerosos símbolos del mapa (cabezas, animales, estrellas, anillos, etc.) representan nombres de lugares en Nahuatl. El documento da información detallada sobre la vida social y laboral del área, la geografía, flora y fauna de la Ciudad de México durante esa época.
Casi un pleonasmo, la expresión "vista de ojos" era utilizada frecuentemente en la jerga cartográfica del siglo XVI, cuando la traza de la capital se transformó radicalmente, pasando de una ciudad lacustre a una con un trazo europeo. Aunque la Ciudad de México representada en el mapa no tiene nada que ver con lo que es hoy en día, todavía se pueden reconocer ciertas zonas como Chapultepec, Tacubaya, Tlatelolco, Xochimilco, y el centro histórico. El Lago de Texcoco ocupa un papel preponderante y se pueden observar todos los oficios relacionados con la pesca, la captura de aves y otras especies de los alrededores.
Actualmente, el mapa se encuentra en Suecia aunque no se sabe exactamente cómo ni cuándo llegó ahí. La única teoría es que fue comprado a finales del siglo XVII por Johan Gabriel Sparwenfeld, un lingüista y viajero sueco, durante su estancia en España, y que fue donado a la Librería de la Universidad de Uppsala en una fecha desconocida.
El pavimento de madera funciona también como matriz de impresión. La superficie entera del mapa fue impresa en papel y encuadernada en un volumen a manera de atlas. Cada página corresponde a un fragmento del mapa de Uppsala, que si bien no permite apreciar el dibujo en su totalidad, invita a una reflexión sobre el espacio público de la ciudad y de cómo almacenamos información.
Mediadora entre la ciencia, la historia, la arqueología y las artes visuales, Castillo Deball mantiene un sentido del humor que la lleva a encontrar inspiración en toda clase de documentos. Tal es el caso de la segunda pieza de la exposición titulada UMRISS (2014). Esta serie de fotografías de gran formato está basada en una publicidad impresa en México en los años ochenta que promocionaba el medicamento antipsicótico Stelazine con el siguiente eslogan:
El paciente psicótico frecuentemente se esconde detrás de una máscara de rechazo e indiferencia, la cual puede hacerlos inaccesibles a su terapia.
Stelazine
Quita la máscara al paciente psicótico.
Este panfleto estaba ilustrado con imágenes de máscaras mexicanas, tomadas con fondos de colores extravagantes, texturizados, y era a su vez una versión traducida de la publicidad norteamericana de la misma marca para la cual se habían usado equivalentes africanos y canadienses.
Imitando el estilo del folder promocional, UMRISS (2014) utiliza máscaras que forman parte de la colección mesoamericana del museo etnográfico en Berlín, adquiridas a principios del siglo XX y provenientes principalmente del sur de México y Guatemala. La diferencia reside en que estas fotografías muestran únicamente su parte posterior.
Las instalaciones, performances, esculturas y proyectos editoriales de Castillo Deball exploran la forma en que diferentes disciplinas describen el mundo, y cómo cada una presenta una versión de la realidad que informa y se mezcla con otras, para dar como resultado un panorama polifónico, un espacio de reflexión.
Mariana Castillo Deball recibió en 2013 el premio de la Nationalgalerie für Junge Kunst en Berlín, el Zurich Art Prize en 2012 y el Prix de Rome en 2004. Ha participado en la 8 Bienal de Berlín, 2014 y dOCUMENTA (13) en Kassel, 2012. Durante 2013, su trabajo individual fue exhibido en el CCA Glasgow, Chisenhalle Gallery en Londres y TEOR/éTica en San José. El Museum Haus Konstruktiv en Zurich albergó en 2012 su exposición titulada “Uncomfortable Objects” y tanto el Museo de Arte Contemporáneo Carillo Gil en 2006 como el Museo Experimental El Eco en 2011 han presentado sus exhibiciones individuales. Castillo Deball ha tenido residencias artísticas en la DAAD en Berlín y en Capacete, Sao Paulo. Actualmente vive y trabaja entre Berlín y la Ciudad de México.