Haegue Yang (Seúl, 1971) busca entablar una comunicación sin lenguaje en una forma primordial y visual. Este vocabulario se complementa con abstracciones visuales y experiencias sensoriales que incluyen olor, sonido, luz y textura. Al combinar la fabricación industrial con la confección tradicional, Yang explora el poder afectivo de los materiales, desestabilizando la distinción entre lo moderno y lo pre-moderno. Su singular lenguaje visual se expande a través de varios medios (de collage en papel a obras de teatro y esculturas performáticas) y materiales (persianas venecianas, percheros, paja sintética, campanas y papel milimetrado) que Yang rompe, esmalta, teje, ilumina y cuelga. Su curiosidad por explorar diferentes materiales se acompaña por una lectura filosófica, política y emocional de eventos y figuras históricas. Esta investigación se fortalece con referencias subyacentes a la historia del arte, la literatura y la historia política, a través de las que Yang re- interpreta algunos de sus temas de interés: migración, diásporas pos-coloniales, exilio forzado y movilidad social. Como resultado, sus obras enlazan historias y contextos geopolíticos variados en un intento por entender y comentar nuestra época. Esta traducción — de lo político e histórico a lo formal y abstracto — demuestra una convicción de que las narrativas históricas pueden hacerse comprensibles sin ser lingüísticamente explicativas o didácticas.