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Con motivo de la primera exposición individual de Marta Minujín en kurimanzutto, Nueva York, titulada Making a Presence, en esta edición de Desde el archivo presentamos una selección de proyectos de la artista. La exposición incluye pinturas informalistas creadas al inicio de su carrera, la cual abarca ya seis décadas, junto con ejemplos más recientes de sus esculturas de colchones multicolores. A continuación, repasamos algunos de los proyectos realizados por Minujín entre estos dos conjuntos de obras, que la consagraron como pionera en la transformación de espectadores pasivos en participantes activos mediante happenings, entornos participativos y arte de los medios de comunicación, tanto en su país natal, Argentina, como en el extranjero.

 

Informalismo y destrucción en París

Estudio de Minujín en Buenos Aires, 1962

Estudio de Minujín en Buenos Aires, 1962

En Making a Presence, las obras informalistas de Minujín y sus construcciones con colchones multicolores se reúnen por primera vez desde 1963, cuando estos dos formatos convivieron en el estudio de la artista en París. Minujín realizó sus primeras pinturas informalistas en Buenos Aires, abrazando el movimiento artístico internacional que rechazaba las convenciones tradicionales del arte a favor de la abstracción y la espontaneidad. Estas obras incorporaban materiales como cartón, arena y pegamento para crear superficies con relieves y texturas. A principios de los años sesenta, se mudó a París tras recibir una beca del gobierno francés para estudiar arte y fue ahí que produjo sus primeras esculturas a partir de grandes cajas de cartón y, más tarde, adhiriendo viejos colchones que recogía de las calles y los basureros de los hospitales. Las esculturas, austeras y toscas, mantienen lazos con el informalismo y reflejan la dura realidad de la vida urbana de la posguerra en París.

 

Documentación de La destrucción, Impasse Ronsin, París, 6 de junio de 1963

Documentación de La destrucción, Impasse Ronsin, París, 6 de junio de 1963

Tras concluir una exposición en su estudio en 1963, Minujín orquestó un evento sin precedentes, invitando a artistas como Christo, Niki de Saint Phalle y Jean Tinguely a intervenir sus esculturas y ayudar a prenderles fuego. “Me llevaré todo menos la casita que no sale por la puerta,” escribió Minujín, “y lo destruiremos todo al final con fuego. Creo que será excepcional”. Este evento, conocido como La destrucción (1963), marcó el primer happening oficial de Minujín, un término acuñado por Allan Kaprow en 1959 que implicaba la participación del público en un entorno escenificado. Esta pieza abrió el camino a futuras iniciativas artísticas en la década de 1960.

 

Revolcándose en colchones

En 1963, su último año en París, Minujín se cruzó con una vibrante minifalda de rayas: “De casualidad, pasé por una vidriera y quedé encandilada con una falda rosa y turquesa. Ahí, viendo eso, algo se rompió en mí, ¡era el pop! Descubrí los colores... mi vida cambió por completo”. Este emblema de la revolución sexual inspiró un cambio radical en sus esculturas blandas. Abandonando los colchones encontrados, creó unos nuevos, pintándolos con distintivas rayas multicolores. Estas formas blandas y orgánicas se entrelazan y entrecruzan para evocar formas corporales inmersas en el juego y la sensualidad. Minujín describe su “historia de amor” con los colchones: “Pasamos la mitad de nuestras vidas sobre colchones. Nacemos en uno y lo más probable es que un día moriremos en uno.”

 

 

Documentación de How to Be in a Movie, happening en la Soft Gallery, Harold Rivkin Gallery, Washington, D.C., abril de 1973

Documentación de How to Be in a Movie, happening en la Soft Gallery, Harold Rivkin Gallery, Washington, D.C., abril de 1973

Con su emblemática estética pop, las esculturas interactivas de Minujín adornaban suelos, paredes y techos, convirtiéndose en espacios envolventes. En colaboración con el artista holandés Mark Brusse, creó su primera instalación, La Chambre d'amour (La cámara de amor, 1963), para una exposición colectiva en el Museo de Arte de Tokio. Esta obra fomentaba la intimidad, invitando a la gente a hacer el amor, dormir y relajarse entre coloridos colchones cercados por una estructura de madera. Una década más tarde, Minujín, junto con el artista Richard Squires, transformó la Harold Rivkin Gallery de Washington D.C. en la Soft Gallery (Galería blanda, 1973), cubriéndola por completo de colchones desechados, lista para llevar a cabo diversas actividades colaborativas. Soft Gallery se volvió a montar para Marta Minujín: Ao Vivo en la Pinacoteca de Sao Paulo en 2023.

 

Ambientes Pop

Documentación deLa menesunda

Instituto Torcuato Di Tella, Buenos Aires, mayo de 1965

Documentación deLa menesunda

Instituto Torcuato Di Tella, Buenos Aires, mayo de 1965

A su regreso de París en 1963, Minujín se volvió pionera de los entornos participativos en Buenos Aires. Siguió explorando el carácter interactivo y lúdico de sus primeras instalaciones con colchones, pero ahora incorporando otros elementos relacionados al impacto de los medios de comunicación y la cultura popular en la vida cotidiana. Junto con el artista Rubén Santantonín, presentó La menesunda (1965), una de las primeras experiencias inmersivas a gran escala en la historia del arte. Durante dos semanas, la obra multisensorial presentó dieciséis entornos distintos, abarcando las dos plantas del Instituto Torcuato Di Tella. La obra buscaba borrar las fronteras entre el arte y la vida cotidiana, y atrajo a un total de treinta mil personas a visitar un túnel cubierto de neón, un congelador, un salón de belleza en funcionamiento, un dormitorio con una pareja acostada y un pasillo con televisores que mostraban en tiempo real las reacciones de los visitantes que recorrían el espacio. La menesunda combinaba elementos del teatro experimental, la instalación y la televisión para sumergir al público en situaciones sociales normalmente reservadas al ámbito privado.

La menesunda, 1965

La menesunda, 1965

En 2015, Minujín reconstruyó esta obra efímera a partir de imágenes de archivo y relatos narrativos en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y en el New Museum de Nueva York en 2019. La menesunda formará parte de la próxima retrospectiva de la artista, Marta Minujín: Intensify Life en el Copenhagen Contemporary y después viajará al Museo Reina Sofía de Madrid, la Tate Liverpool y el KANAL-Centre Pompidou de Bruselas a partir de este otoño.

 

Arte y tecnología

Minujín fue una de las primeras artistas latinoamericanas en explorar la intersección entre arte y tecnología. Durante su estancia en Nueva York entre 1965 y 1966, conoció al artista estadounidense Allan Kaprow y al alemán Wolf Vostell y juntos concibieron A Three Country Happening, en el que cada artista crearía un happening simultáneo en su país de origen. La contribución de Minujín fue Simultaneidad en simultaneidad (1966), un complejo proyecto que se articuló en dos etapas. Una consistió en filmar y fotografiar a sesenta celebridades de los medios de comunicación en Buenos Aires, quienes fueron convocadas en el auditorio del Instituto Di Tella. Nueve días más tarde, el mismo grupo volvió al auditorio a ver el material que se había grabado, vestidos con la misma ropa. Al mismo tiempo, las celebridades asistieron a la emisión de Invasión instantánea, un programa de radio y televisión de diez minutos que empezaba con Minujín anunciando que les invadía a través de los circuitos de comunicación. Este programa fue transmitido esa misma noche a mil personas en sus casas. Asimismo, hubo quinientas personas que recibieron llamadas y telegramas de Minujín, en los que se leía la frase: “Usted es un creador”.

 

Documentación de Minujín durante Simultaneidad en simultaneidad, 1966

Documentación de Minujín durante Simultaneidad en simultaneidad, 1966

Simultaneidad en simultaneidad fue una revolucionaria exploración de la omnipresencia de la tecnología y los medios de comunicación en la vida cotidiana. La obra se expuso en Signals: How Video Transformed the World (Señales: Cómo el vídeo transformó al mundo) en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 2023.

Postal de 1969 con imágenes del Minuphone (1967)

Postal de 1969 con imágenes del Minuphone (1967)

Boceto para el Minuphone, 1967

Boceto para el Minuphone, 1967

Al año siguiente, Minujín recibió una beca Guggenheim que le permitió mudarse a Nueva York y crear una de sus obras más sofisticadas a nivel técnico, el Minuphone (1967). La cabina telefónica sensorial, idéntica a las cabinas telefónicas neoyorquinas, fue creada en colaboración con el ingeniero Per Biorn, de Bell Telephone Laboratories, y presentada en la Howard Wise Gallery de Nueva York. El Minuphone contaba con una pantalla de televisión en el suelo que proyectaba al participante su propia imagen en tiempo real. Los botones podían liberar líquidos de colores o nubes de humo verde, y al hablar por el teléfono se activaban ecos o luces de colores, evocando la cultura hippie y la psicodelia del momento. Una polaroid captaba la experiencia del usuario, quien podía ser observado fuera de la cabina transparente por los espectadores curiosos. La obra disolvía los límites entre lo privado y lo público, haciendo referencia al impacto cada vez mayor de las telecomunicaciones fuera del hogar.

Obeliscos derrumbados

Minujín regresó a Buenos Aires a principios de la década de 1970, justo antes de que comenzara la dictadura militar en Argentina. La tensión y la volatilidad de la época la inspiraron a investigar los monumentos como símbolos anticuados del poder político autoritario. El Obelisco acostado (1978), el primero de su serie La caída de los mitos universales, fue creado para la Bienal Latinoamericana de São Paulo de 1978. Minujín reprodujo el icónico obelisco de Buenos Aires, de 64 metros de altura, y lo colocó de lado, sobre un eje horizontal, volviéndolo accesible al público. El interior de la estructura desmitificaba aún más el monumento con una instalación inmersiva que incluía efectos de iluminación y vídeos, continuando las exploraciones de la década anterior sobre el arte participativo y la tecnología.

Documentación de El obelisco de pan dulce, Feria de Las Naciones, Buenos Aires, noviembre 8–18, 1979

Documentación de El obelisco de pan dulce, Feria de Las Naciones, Buenos Aires, noviembre 8–18, 1979

En El obelisco de pan dulce (1979), el monumento se puso al servicio del público a través del consumo. Minujín cubrió esta iteración del obelisco con 10,000 panetones diseñados para la Segunda Feria de las Naciones de Buenos Aires. Minujín explicó: “Decidí que, para desmitificar el mito, realmente, la gente tiene que comerse el mito.” Después de diez días, durante la época navideña, el antimonumento se colocó de lado, y el pan dulce se distribuyó entre el público mientras el compositor Osvaldo Piro interpretaba “Navidad de Buenos Aires”. 

 

El obelisco de pan dulce, 1979

El obelisco de pan dulce, 1979

El Partenón de libros

El mismo mes en que cayó la dictadura militar en Argentina y se restableció la democracia, Minujín emprendió su proyecto público más ambicioso hasta la fecha, El Partenón de libros (1983) en Buenos Aires. La obra consistía en una reproducción a media escala del Partenón griego, un lugar históricamente asociado a los orígenes de la democracia. La réplica estaba envuelta en 20,000 libros, que el régimen militar había almacenado en sótanos durante la dictadura. El último día de la exposición, que duró dos semanas, se inclinó la estructura y se distribuyeron 12,000 libros, mientras que los restantes se donaron a bibliotecas públicas. Al describir el proyecto, Minujín explicó: “Puse el Partenón de lado y la gente tomó los libros. La gente estaba muy emocionada porque llegaba la democracia. Esa fue mi mayor declaración sobre la democracia. La democracia sin libros no es democracia. Así que nadie tiene derecho a prohibir los libros, porque eso es prohibir las ideas.”

 

desde el archivo - marta minujín - Archivo - Kurimanzutto

Para la Documenta 14 en 2017, Minujín creó una réplica a escala real del Partenón en Kassel, Alemania. Presentada en un lugar donde antes los nazis quemaban libros, la estructura exhibía 100,000 libros de todo el mundo, que tras haber sido prohibidos ahora circulan legalmente, o que están permitidos en algunos países y siguen prohibidos en otros.

Acto de presencia

 

En una entrevista después del Partenón de libros, Minujín reflexionaba sobre su propio legado: “Yo creo que a Marta Minujín no se la recordará por una obra determinada y mantenida en un museo, sino por toda su actitud, por sus espectáculos de arte, por la incorporación del show y la alegría a un terreno excesivamente sacralizado intelectualmente.” Minujín busca la alegría del público y los participantes en su obra. El gozo se contagia al ver las imágenes de personas celebrando el final de una dura dictadura militar de siete años en Argentina mientras reciben libros que estuvieron prohibidos. La gente se emociona al saltar y revolcarse en los colchones que conforman la Soft Gallery de Minujín, y esa sensación también surge al ver las esculturas blandas fluorescentes presentadas en Making a Presence, en kurimanzutto, Nueva York.

 

Minujín con Implosión!, Fundación Santander, Buenos Aires, abril–noviembre, 2021

Minujín con Implosión!, Fundación Santander, Buenos Aires, abril–noviembre, 2021

En 2004, tras un paréntesis de cuarenta años, Minujín retomó sus esculturas de colchones de los años sesenta. A al par, sigue realizando una serie de esculturas blandas hechas con telas pintadas de colores brillantes y colchones de espuma, así como obras sobre papel y pinturas con patrones similares.  Su persistente fascinación por los colchones y sus infinitas posibilidades habla de una artista cuya práctica se mantiene consistente, dinámica y comprometida con la experimentación.

Las obras que se presentan en la galería cobran vida a través de las historias personales y colectivas que las vieron nacer y que continúan enmarcando su lectura en el presente. Con esta exposición, Minujín hace acto de presencia, y es en esa presencia contagiosa donde reside el espíritu de su obra.