La serie de Daniel Guzmán El hombre que debería estar muerto pero resucitó a otra vida (2018) es la amalgama de varios intereses que construyen su universo visual: la cosmovisión prehispánica, sus dioses, sus rituales, la conquista española, la ciencia y el cine de ficción, la oscuridad gnóstica de Alien y el casco de Darth Vader, los textos de Philip K. Dick, John Gray, Mark Fisher, J.G. Ballard, Borges. Además de una larga lista de escritores que surgieron de las ruinas utópicas y de los movimientos revolucionarios del siglo XX, tal como de la construcción de un¨Yo múltiple que ejecuta su trabajo en medio de este cruce de referencias.
El primer gobelino de Daniel Guzmán que se presenta para la exposición es parte de un proyecto que ha realizado desde hace más de tres años y fue elaborado por los maestros tejedores del Taller Mexicano de Gobelinos de la ciudad de Guadalajara. Dicho trabajo es una muestra de las técnicas y soportes narrativos con los que intercala distintos matices emocionales y temporales dentro de la narración visual de la serie de El hombre que debería estar muerto pero resucitó a otra vida.
La serie de dibujos en la exposición abreva, como gran parte de su trabajo, en el placer por la lectura. Nuevamente el artista hace uso del dibujo como una suerte de lenguaje o escritura en donde cada una de las etapas dibujadas son la obra, los rastros y las huellas que ha dejado ese hombre tras de sí.
El objetivo de la serie es hacer una reconstrucción de los capítulos de una novela, mismos que se han ido mezclando con la literatura, el arte, la escritura, el dibujo y la realidad de la vida cotidiana para dar forma a una historia que es ficción, novela policiaca y terror cósmico.