Una caja fuerte y una campana oculta son una nueva obra que pasa a integrar desde hoy la colección del macro de Rosario (sí, se escribe con minúsculas). Son intervenciones permanentes en el atípico museo con forma de silos que está a orillas del río Paraná, donación de dos de los más importantes artistas argentinos: Mariana Tellería, última representante del país en la Bienal de Venecia, y el muy internacional Adrián Villar Rojas, que ahora mismo participa en muestras en la Biblioteca e Imprenta del Parlamento Helénico en Atenas y en el Palais de Tokyo, París.
“Es una irrupción que se declara eterna”, dice Roberto Echen, artista y pensador, que es curador de la exposición Refundación zona_emergente, inaugurada esta noche con esta sorpresa, junto con obras del colectivo Brea, la Cátedra Posporno (Javier Gasparri, Mauro Guzmán, Didac Terre y otros) y Wladimir Ojeda. Es parte de la Cuarta Quincena del Arte, por la que el arte sale a las calles del 18 al 30 de octubre, bajo el título pandémico Tiempo suspendido, que incluirá su MicroFeria de arte presencial y virtual y la tradicional subasta La Fugaz. La muestra también está asociada a Bienalsur. Es la primera vez que una obra conjunta de estos dos artistas integra un museo.