Imaginario vegetal de Eduardo Abaroa y Sofia Táboas es una colección de 53 esculturas de diferentes dimensiones, cuyas formas corresponden a plantas, raíces o animales, como mandrágoras, insectos, aves-delfín, flores de distintos tipos, peyotes, alcachofas, nopales, aguacates, árboles, perros-borrego, gusanos-escorpión, ramas, hasta un Aladino y un platillo volador, entre otros. Un grupo de artesanos y artesanas de México colaboraron con Sofía Táboas y Eduardo Abaroa para moldear y tallar cada una de las piezas con materiales tan diversos como cemento, ónix, madera, piedra volcánica, cerámica, obsidiana, metal y epoxy. La idea surgió del interés por cohesionar una diversidad de imaginarios fantásticos alrededor de las plantas, que comúnmente suelen ser consideradas asombrosas, monstruosas, humanoides e incluso alienígenas, según sus características.