Unidades y Continuidades revisita los lenguajes de experimentación que desarrollaron cuatro artistas hace más de cuarenta años. Las piezas exhibidas en kurimanzutto son ecos de aquellos primeros experimentos, ahora cristalizados en una variedad de gestos y medios que abarcan la escultura, la fotografía, el dibujo y la pintura. El proyecto de Gabriel Kuri propone entender como se desdobla la geometría en estas diferentes manifestaciones. Con este fin, reúne las prácticas heterogéneas de David Medalla (Filipinas, 1942), stanley brouwn (Surinam, 1935), John Divola (Estados Unidos, 1949), y Lee Ufan (Corea del Sur, 1936). Agrupados en una misma exhibición por primera vez, estos artistas demuestran un espíritu de búsqueda, tanto transnacional como trans-generacional.
Medalla, brouwn, Divola, y Ufan forjaron buena parte de su vocabulario al mismo tiempo que el minimalismo y el arte conceptual se consolidaban, durante los últimos años de la década de los sesenta y la primera mitad de los setenta. Su trabajo se caracteriza por la economía de medios, así como por la rigurosa reflexión sobre el empleo de los materiales y su presentación. Sin embargo, ellos buscaban ir más allá de las ansiedades sobre la autoría del artista y la desmaterialización de la obra de arte. Cada uno a su manera ha desarrollado formas de acotar el espacio o concebir una pausa en el flujo del tiempo, con el fin de comprender su ubicación en el aquí y el ahora. Sus procesos no pretenden catalogar la realidad en certezas momentáneas, sin que por eso sean menos conceptuales que los métodos del autodenominado arte conceptual.
El título Unidades y Continuidades se refiere a los factores que se entrelazan en la exposición. El lenguaje de la geometría –en ocasiones reducible a simples coordenadas visuales o ecuaciones matemáticas– se recompone y reconstituye: por un lado, en el rompimiento de la forma, y por otro, en gestos sutilmente disruptivos del orden cotidiano y las convenciones sociales. Con este proyecto, Kuri propone un diálogo a cuatro voces para revelar una serie de convergencias y contrastes complementarios.
A principios de los años sesenta, David Medalla comenzó a experimentar con esculturas cinéticas que empleaban materiales como arena, lodo y burbujas de jabón. En este mismo periodo, Medalla concibió esculturas y máquinas que nunca fueron construidas. Algunas eran técnicamente demasiado complejas, como sus esculturas voladoras a control remoto; otras eran de una naturaleza utópica, como el lanzamiento de la Muralla China a orbitar alrededor de la luna. Si bien su inspiración proviene casi siempre de experiencias personales y recuerdos de infancia, Medalla deja la interpretación en manos del espectador. La construcción del aparato depende del artista, pero una vez activado, las figuras que aparecen son siempre cambiantes e impredecibles. Por esta razón, sus invenciones han sido asociadas con el hilozoísmo: aquella doctrina filosófica de la Grecia antigua que sostenía que la vida es una propiedad inseparable de toda materia. Las fuerzas invisibles que constituyen el mundo natural se vuelven tangibles en su obra.
De un radicalismo implacable, el lenguaje desarrollado por stanley brouwn busca traducir su ubicación en el tiempo y el espacio a diferentes unidades de medida. Si bien él jamás aparece representado en sus obras, éstas son el registro de las distancias que recorre, de su desplazamiento entre dos puntos, o de su estadía en un lugar específico. Sus piezas se someten a una constante depuración: simples apuntes y formatos administrativos; fórmulas, palabras y elementos mínimos que refieren al movimiento, escala, dirección, dimensión y espacio. En éstas el sujeto se disuelve y se inscribe en la geografía; su biografía se mide y se cuantifica para fundirse con el contexto que lo rodea. brouwn ha trabajado con una consistencia excepcional, al margen del mercado y la aceptación institucional, sin desviarse en absoluto de sus lineamientos ni dejarse seducir por la idea de progreso en el supuesto desarrollo de las ideas.
En LAX NAZ (1975), John Divola retrata el interior de una serie de casas abandonadas, que convirtió temporalmente en su estudio. Estas viviendas, evacuadas por estar dentro del perímetro de ruido excesivo producido por el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, fueron el escenario ideal para llevar a cabo el ejercicio fotográfico-procesual que el artista tenía en mente. Sus fotografías registran el abuso y las entradas forzadas a estos espacios, y ponen en evidencia los factores sociales y económicos que dieron pie a esta situación. Más que un fotógrafo, de Divola puede decirse que es un foto-conceptualista: su obra no sólo se ocupa de documentar un espacio o situación y su contexto sociopolítico, sino de sistematizar las huellas de la experiencia a través del lente fotográfico.
Por su parte, Lee Ufan utiliza técnicas sencillas y atemporales como la escultura o la pintura al óleo para estudiar la relación entre los materiales y la percepción. Por ejemplo, con el gesto simple de una secuencia premeditada de pinceladas sobre el lienzo, Ufan señala un momento particular en el desdoblamiento del espacio-tiempo. En sus esculturas con piedras y placas de metal o cristal, revela el tejido de percepciones que existe entre el espectador, la obra y el espacio en el que se exhibe. Su práctica explora las dinámicas espaciales a la vez que promueve un encuentro con “el mundo tal cual es.” Esta concepción de la realidad responde a la postulados del movimiento japonés de vanguardia Mono-ha (del que Ufan es uno de los protagonistas): si se coloca un objeto en el espacio y después éste se mueve, el espacio también se altera de manera ineludible.
David Medalla se encuentra activo en Filipinas y Reino Unido. stanley brouwn reside y trabaja en Holanda. John Divola vive y trabaja en Los Angeles, California; y Lee Ufan continúa produciendo su obra desde Japón y Corea del Sur.