Para la tercera entrega de nuestra serie de exhibiciones en kurimanzutto, ambxs artistas desarrollaron nuevos cuerpos de trabajo que operan a manera de paisajes personales que se entretejen como formas de estar en sí y con otras criaturas, cosas y espacios físicos y simbólicos.
El trabajo de Ulrik López (México, 1989) emplea sistemas y motivos usados por algunos campos que estudian la actividad humana a través lo material y la producción cultural, tales como la arqueología y la antropología, para investigar y abordar nociones relacionadas a las diversas visiones de mundo, lo ritual, el mito, lo artesanal y los objetos y personajes que los habitan. Este cuerpo de trabajo, aborda formalmente el interés del artista y su investigación en torno a las montañas como personajes vivos, haciendo un especial hincapié en el concepto de la montaña “artificial”, arquetípica(1); altares, peanas, etc. que simbolizan a la montaña sin necesariamente ser o estar en su cima, sino dentro de, en una progresión desde lo exterior hacia lo interior. Sobre esas líneas, algunas de las obras como Las montañas lloran cada 15 años, así es que nacen sus ríos, operan incluso a manera de autorretratos, los primeros del artista. Por último, López regresa formalmente a una preocupación temprana de su práctica, abordando desde el material la intersección entre el dibujo y la escultura, y entendiendo su relación con el adobe como un vínculo que necesita atención y cuidados para fortalecerse y permanecer.
Por su parte, la obra de Ramiro Chaves (Argentina, 1979) subvierte las barreras disciplinarias a partir de la creación de imágenes y objetos haciendo uso de la fotografía, el dibujo, la pintura, la escultura y la poesía visual. Sus proyectos suceden en la intersección entre el trabajo de estudio, la práctica educativa y la documentación. Este nuevo cuerpo de obra, titulado NARDAR A SO, es una documentación de diferentes formas de estar en y con espacios arquitectónicos, animales, ambientes creativos, espacios rituales y otrxs, en un intento por revelar un espacio circular sin centro, navegando el margen, en el contorno periférico de la experiencia. En palabras del artista: Es una casa hecha de pedazos de otras casa. NARDAR- puede ser. Un verbo imaginario. Una potencia óptica y acústica al mismo tiempo. Una voz animal. Mirar como Narrar. Ladrar, desear nadar y hacer nada. -A de dirigirse a un Otro. Cambiar de espacio en mapas reflejos. Una dirección ascendente. Una especie de cuidado. -SO quizá sabe lo que no sé. Es una luz, una amiga, un soporte, algún color, un duelo y un pretexto.
(1)Ver Hersh R. Thomas. The Mountain Archetype: A Psychological Approach. Chapter 10. The Artificial Mountain. 1 ATH.LLC. March, 2016. 694 pages.