En la canción Star del grupo BROCKHAMPTON, Kevin Abstract rapea uno de los versos más interesantes del siglo: “Bruh, I don’t fuck with no white boys, ‘less that n**** Shawn Mendes”. Toda la canción habla sobre la fama y las celebridades, pero es este verso lo que empuja a Romeo Gómez López a desarrollar la obra La Dimensión Deconstruida.
Antes de hablar de lleno sobre la obra, convendría poner en contexto algunos aspectos sobre los artistas mencionados. Iniciemos con Kevin Abstract, líder de la banda antes mencionada, quien ha lanzado tres álbumes solistas donde habla abiertamente de sus relaciones sexoafectivas al ritmo de beats y rimas desenfadadas y honestas. Kevin forma parte de una joven generación de músicos, raperos y productores negros abiertamente homosexuales, entre los que se encuentran Frank Ocean, Keytranada, Lil Nas X o Tyler, the Creator; a quienes se suman otrxs artistxs queer de color mucho más disruptivos como Mikky Blankko, Yves Tumor, Khalif o Cakes Da Killa. En conjunto, y con éxito comercial masivo, ellos van desafiando las nociones de masculinidad existentes en la comunidad del hip-hop.
Por otro lado, tenemos a Shawn Mendes, quien es total y completamente opuesto al rapero. Mendes es blanco, heterosexual, y uno de los artistas pop más populares entre el público adolescente. En este caso sus contemporáneos serían más bien Justin Bieber, Austin Malone, Taylor Swift (somos Team Taylor en el conflicto West-Kardashian-Taylor) y la “novia” del cantante, Camila Cabello, ex integrante de la agrupación Fifth Harmony. Justamente su relación con Cabello es una de las referencias importantes dentro de La Dimensión Deconstruida. Como la súper estrella pop que es, Mendes ha visto su vida plagada de visitas inesperadas de paparazzos, que captan in fraganti momentos incómodos y la falta de química general en las interacciones de la pareja.
Estas fotos cringy sirven de evidencia al fandom para asegurar la homosexualidad de Mendes. El ídolo juvenil no es el epitomé de masculinidad: su cuerpo no es musculoso, sino delgado y fit; además hace ciertos movimientos que se consideran afeminados y tiene rasgos finos. Parece suficiente para especular que Shawn Mendes es gay de closet y Camila Cabello es su barba. Estos rumores enfurecen al cantante, y en varias ocasiones los ha negado. Esto también es fundamental para La Dimensión Deconstruida, de la que (por fin) vamos a hablar.
La Dimensión Deconstruida es la puesta en escena de un fanfiction desarrollado a partir del verso mencionado al principio de este texto. Con la ayuda de títeres de Kevin Abstract y Shawn Mendes, se nos presenta una obra en tres actos: los famosos se encuentran en un elevador después de una entrega de premios, y bajo el influjo del alcohol y la curiosidad, terminan teniendo sexo y rompiendo con sus nociones personales de monogamia, deseo y la expectativa de heterosexualidad obligatoria. Este último concepto el que se torna más borroso durante la obra: al principio Shawn Mendes se encuentra a la defensiva, habla públicamente sobre el daño que hacen los rumores de su supuesta homosexualidad a su imagen pública; sin embargo, en privado se muestra desinhibido y hasta experto en las artes de la sodomía.
Romeo quiere poner en evidencia la hipocresía ante el deseo que habita en muchos hombres, que disfrazan de homofobia su propia homosexualidad y/o bisexualidad, o aquellos que dan rienda suelta a su libido en la clandestinidad y el engaño.
On the other hand, la persona publica de Kevin Abstract también está sumamente cuidada: no es el estereotipo del rapero gangsta que hemos visto hasta el cansancio en diferentes medios, pero tampoco es el joto con pluma y lentejuela. El rapero es serio, con un estilo bastante genérico, como el de cualquier artista urbano del momento. Contrasta con otros contemporáneos suyos, como Lil Nas X, un imán de reflectores, extrovertido, con un sassyness reconocible entre las personas queer de color. Abstract, me atrevería a afirmar, es bastante homonormativo, no tiene tapujos en hablar en sus canciones sobre su orientación sexual y sexo, pero siempre dentro de relaciones monógamas, cerradas y románticas. En la obra de Romeo, el rapero cede ante a su deseo y rompe con sus ataduras morales, engañando a su pareja. Otro personaje que entra en el reino del engaño, parecido a la situación de Shawn Mendes con Camila Cabello.
Sin embargo, para Romeo no hay duda de que Shawn Mendes es heterosexual, lo que estamos viendo es producto de una fantasía, o mejor dicho, la fantasía de una fantasía; no olvidemos que la idea original de "follarse a Mendes" es de Kevin Abstract. Romeo solo la lleva hasta sus ultimas consecuencias.
Kevin es quien ve a Shawn Mendes como un sujeto de deseo (irónico, si tomamos en cuenta la tendencia de la comunidad gay blanca a exotizar los cuerpos masculinos negros y racializados). La intensa interacción pornográfica que tienen los músicos en La Dimensión Deconstruida es una observación mordaz al consumo de imágenes eróticas: como audiencia, ver al que manipula las marionetas nos vuelve cómplices del espectáculo de cuerpos que se desarrolla frente a nuestros ojos.
Durante la obra, los personajes llevan a cabo prácticas sexuales que aunque parecen extremas, son bastante comunes en el deseo colectivo homosexual, como el uso de poppers, sustancia fundamental de la cultura del placer gay, y la utilización de PrEP, que rápidamente se ha vuelto parte del imaginario en la comunidad. Estos detalles, aparentemente insignificantes, nos hablan sobre un complejo microuniverso: el Shawn y Kevin de esa dimensión deconstruida son muy semejantes a los homosexuales de nuestro espacio-tiempo, seres complejos aunque sean de plástico, dos personajes atrapados en sus propias restricciones morales. El sexo anal es la mejor alegoría del caos creado cuando nuestras convicciones éticas se quiebran: en el momento en que Kevin termina de venirse en Shawn y ambos alcanzan el orgasmo, libres de culpa, unidos en un solo cuerpo, habitando sus contradicciones, vemos las dos caras de una misma moneda.
- Laos Salazar