En agosto de 2020, mi colega Hans Weinberger y yo hicimos un breve viaje a Güldenhof, la antigua granja en Brandeburgo que el artista Danh Vo decidió convertir en su espacio y estudio de trabajo. En los últimos años, ha transformado antiguos graneros y letrinas en talleres de madera y cerámica, espacios de almacenamiento y un invernadero. Ha diseñado un jardín "salvaje" con una variedad de flores y vegetales. También construyó un edificio agrícola central, con una variedad de dormitorios y lugares para dormir, y una gran cocina utilitaria con una mesa larga gigante para comer, hablar y jugar. Esta granja se ha convertido en un retiro creativo para el artista, un lugar para probar cosas nuevas, producir y conectarse con artistas, artesanos, estudiantes y curadores visitantes. Además de estos encuentros efímeros, hay colaboradores habituales de Vo que visitan el espsacio con frecuencia. Entre ellos se encuentran la directora del estudio de Vo, Marta Lusena; el fotógrafo Nick Ash; el ebanista Fred Fischer; y la jardinera Christine Schulz. Quien dispuso el jardín y viene todas las mañanas a cuidarlo, mientras sigue experimentando con plantas, cultivando semillas y ampliando así sus conocimientos.