Jimmie Durham, fallecido en 2021 a la edad de 81 años, fue una figura inusualmente peripatética e inquieta, y aunque su obra siempre se ocupó sobre todo de cuestiones inseparables de sus orígenes y experiencias estadounidenses, con el tiempo llegó a la conclusión de que sólo podía abordar esos temas desde lejos. Las exposiciones celebradas en Nápoles, "La humanidad no es un proyecto acabado", que tuvo lugar en el Museo Madre, y una exposición mucho más pequeña que destacaba la labor de Durham como poeta en la Fondazione Morra Greco, demuestran que Durham era uno de esos artistas capaces de valerse de muchos medios y técnicas. Sin lugar a dudas fue uno de los escultores más notables de nuestro tiempo.