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performance | young boy sánchez-kane

un performance de Bárbara Sánchez-Kane, Darío afb y Young Boy Dancing Group

con el generoso apoyo de Aeromexico y Tequila Casa Dragones

 

Un ser contrahecho y angustiado al centro de la escena. Sus concavidades se deforman al tirar de su piel de cinturones: ¿qué yace más allá de sus orificios?, ¿adónde nos lleva este agujero negro? Algunos detalles de su organismo tripoidal escapan a la vista, desorientan al ojo: una pierna, unos guantes, una flecha ausente. Suma que jamás alcanza la totalidad, puro regocijo en el artificio y la desmesura, cadáver exquisito o tejido ritual que bárbara sánchez-kane, darío afb y young boy dancing group entregan en un altar minimalista para dover street market parís.

Pliegues suntuosos, desbordantes, como los pliegues amarillos del pensamiento de mallarmé, para quien el significado de la obra se oculta en los intersticios.(1) Fiel a la proliferación y redundancia inherentes al barroco, el artista articula un léxico de obsesiones y fetiches a partir de la hibridación de la moda y las artes plásticas (sanchezkaneísmo), llevando a los extremos los límites de la materialidad. Cosmovisión exuberante donde se colisiona la cultura visual disparatada de ese gran ensamblaje que es la metrópolis mexicana: de la diana cazadora a las tlapalerías y los mercados. Todo cabe y se transforma en la caja de herramientas de bárbara.

La portentosa escultura de sánchez-kane sirve de escenografía para el acto de young boy dancing group, colectivo cuya performance corroe las normas de la danza contemporánea. ¿Qué une a ambas dos visiones? Acaso el gesto desafiante, la relación tensa entre el espacio y el cuerpo y la comprensión escultórica del mismo, abriendo la posibilidad de crear estatuas lascivas, pirámides, conexiones y constelaciones con la figura humana. A punto de pelear o a punto de coger, l_s bailarin_s portan ganchos y receptáculos en su indumentaria para vincularse mediante cintas retráctiles, las mismas que habitualmente demarcan filas de espera en bancos y aeropuertos, metamorfoseadas en un laberinto de múltiples salidas y metáforas.

¿Es posible desear sin posesión?, ¿cómo hallar el deleite en la espera?, ¿puede la distancia avivar el deseo? Pulsiones y ansiedades se liberan en una danza rizomática. La coreografía convulsa de ybdg traza sobre el espacio siluetas imposibles, siluetas regidas por una lógica de la mutación, siluetas que delatan una inclinación por anatomías desmembradas, inarmónicas, voluptuosas, vaciadas de órganos. Cuerpos aún por conocer. Cuerpos desobedientes que dan rienda suelta a su libido en un universo sin direcciones ni binarismos.

Nada permanece estable, como en los retablos de las iglesias novohispanas, donde vírgenes y santos se estilizan amanerados para provocar la ilusión de movimiento. Arriba, dos ángeles voyeur contemplan el espectáculo; uno de ellos, putto descarado, orina sobre las llamas. El historiador mexicano justino fernández describió la curiosa presencia de los querubines en los retablos ultrabarrocos “con las piernas al aire, los cuerpos retorcidos, las vestiduras ondeantes y las alas desplegadas, para darles la mayor libertad y aerosidad”.(2) La pareja angelical atestigua la batalla terrenal, la gozosa espera a la condena.

Condena, sí, pues este tableau vivant alucinante, que es también un examen de conciencia, evoca los suplicios del jardín de las delicias. Pero el artista ha subvertido el cronotopo infernal: el infierno ya no está abajo, sino en todas partes. Ya no tememos al infierno porque vivimos en él. Durante su concepción se escuchó el alarido de rimbaud, ardiendo a las mil maravillas, en la búsqueda insaciable del infierno personal: éxtasis, pesadilla, sueño en un nido de llamas.(3) Las analogías religiosas cobran una fuerza innegable. Para sánchez-kane, la ropa se erige como nuestra primera confrontación ante al mundo, como un confesionario, un espacio íntimo en el cual se revelan deseos y se expían pecados.

¿Cómo desentrañar un espectáculo cuya planificación excede disciplinas y temporalidades? Ópera sin director, sin principio ni fin, de roces y gemidos, mordiscos y destellos. El compositor —de sus hombros penden unas extremidades de cuero— improvisa una pieza especial, inspirada en las partituras de pierre boulez.

O, mejor dicho, una máquina deseante dependiente de otras máquinas deseantes para funcionar en los hiatos y las rupturas, en las averías y las fallas.(4) Así, el fracaso de una materialidad deviene el placer de la otra. Después del incendio, los escombros de esta obra por siempre inconclusa le servirán a otra, palimpsesto de cenizas que se quema y reescribe para la eternidad. “Un cuadro inacabado en perpetuo inacabamiento”, definió octavio paz a aquella gran máquina enrevesada que es el gran vidrio de duchamp.(5)

Máquina disfuncional productora de poesía disfuncional, de ruido y cacofonías, de disonancias y repeticiones. Quizás allí inicia una revuelta. Más que teatralizar la irracionalidad para generar un antidiscurso esquizoide, el acontecimiento escénico orquestado por sánchez-kane, en consonancia con la sensibilidad punk del cartel del evento, desmonta los mecanismos —institucionales, familiares, patriarcales— que controlan nuestro deseo, reivindicando la belleza en el caos y la potencia creadora de la destrucción.

 

juan pablo ramos*

san andrés de la cal, septiembre 2024

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Juan Pablo Ramos (Ciudad de México, 1993) es narrador y ensayista. Maestro en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México, es autor de La mítika mákina de karaoke. Beneficiario de Jóvenes Creadores 2023-2024 en el área de Ensayo Creativo, ha colaborado en Tierra Adentro, Nexos y Montez Press

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Octubre 17, 7:30 pm 

Dover Street Market Paris

35-37 Rue des Francs Bourgeois, 75004 París

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+ sobre Bárbara Sánchez-Kane

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Agradecemos a Aeromexico por permitir que el talento mexicano vuele alto. Este apoyo reafirma su compromiso para traer lo mejor de México al mundo.

 

 

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1. Stéphane Mallarmé, Herodías, trad. Antonio y Amelia Gamoneda (Madrid: Abada, 2006), 19. En el original: “les plis juanes de la pensée”.
2. Justino Fernández, Estética del arte mexicano (México: Universidad Nacional Autónoma de México; Instituto de Investigaciones Estéticas, 1972), 352.
3. Arthur Rimbaud, Poesías completas, trad. Javier del Prado (Madrid: Cátedra, 1996), 181. En el original: “Extase, cauchemar, sommeil dans un nid de flammes”.
4. Gilles Deleuze y Félix Guattari, El Anti-Edipo: Capitalismo y esquizofrenia (Barcelona: Paidós, 1985), 47.
5. Octavio Paz, “Apariencia desnuda. La obra de Marcel Duchamp,” en Obras completas, vol. IV (México: Fondo de Cultura Económica, 2014), 148.

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