En el contexto de la semana del arte 2024 en Ciudad de México, el performance Estados fragmentados de Carlos Amorales se presentó en el Polyforum Cultural Siqueiros. 

El performance propone una postura contemporánea (a la vez arcaica) al contraponer el mito de Naga, un texto mitológico producido con Inteligencia Artificial, con el nacionalismo utópico del enorme mural en altorrelieve La marcha de la humanidad pintado por Siqueiros en los años setenta en el interior del Polyforum. Esta postura, al devenir irónica, se torna crítica con el futurismo tardío del revolucionario muralista.

Para el performance musical un coro cantó el mito de Naga, la colosal serpiente que creó el mundo esculpiéndolo con su voz. Naga, una criatura trillones de años más antigua que la Revolución Mexicana, se desliza sonoramente por las entrañas de la enorme nave modernista varada en medio de la Ciudad de México. 

Naga es una deidad serpiente que para rejuvenecer cambia su piel cada 25 millones de años. Naga, son las voces de un coro de cantantes fragmentadas en miles de ecos, rebotando por los recovecos de una extravagante arquitectura que parece la enorme puerta de entrada a otro planeta. La serpiente primigenia narra el escape de los últimos seres humanos del Planeta Tierra, minutos antes de que estallara en mil pedazos, como un nuevo “Big Bang". La música hecha con el cuerpo es la combinación de la espiritualidad de la voz con la carnalidad de las percusiones: cuerpo y alma. 

Para la premier de Estados Fragmentados, 20 cantantes, 20 percusionistas y 20 bailarines dieron forma al performance, combinando el talento de la cantante experimental Sarmen Almond, del percusionista Diego Espinosa y la coreógrafa Priscila Hernández, quienes se unieron para encarnar a Naga, la gran deidad serpiente, creadora del universo. 

Estados Fragmentados continúa la investigación transdisciplinaria del artista sobre la relación entre el arte contemporáneo y diversas prácticas culturales. En trabajos anteriores, estas áreas han abarcado desde la lucha libre profesional hasta la industria musical, la moda, la literatura y el cine. Atraído por su potencial para manifestar el sentido de fragmentación existencial en la vida contemporánea, Amorales ofrece nuevas perspectivas sobre estas prácticas y las lleva al ámbito artístico a través de repeticiones, experimentación formal y cuestionamiento conceptual.