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gabriel orozco en art basel hong kong

 

 

Gabriel Orozco (Jalapa, 1962) se inspira en la riqueza y diversidad de los lugares que ha visitado y en los que ha vivido; utiliza, con frecuencia, materiales encontrados y se basa en las prácticas artesanales locales para extraer valor artístico a su estilo de vida nómada. Orozco vive y trabaja en Asia desde el 2014. Divide su tiempo, principalmente, entre Tokio y Bali pero sigue viajando y trabajando en Nueva York y la Ciudad de México. Su nuevo conjunto de obras abarca esculturas de pequeña escala trabajadas en piedra caliza, relieves labrados y dibujos a tinta y temple que reflejan su continuo interés en las técnicas y materiales locales propias del continente Asiático.

 

Desde principios de la década de los noventa, los flujos del movimiento, la conectividad y los trazos espaciales han sido, para Orozco, inquietudes continuas a nivel formal. Esto lo ha expresado a través de la aplicación de diferentes configuraciones de círculos en una amplia gama de superficies, ya sea encontradas o producidas. Lo que había sido sólo una línea ahora es todo un cuerpo, uniendo las nociones acerca del círculo en el Budismo Zen. Estos temas aparecen en su obra Link Waves (2017), una nueva pintura sobre tela de lino que sigue un sistema de reglas y patrones formales —basados en el ajedrez— similar a sus obras tituladas Samurai Tree (2014 a la fecha). Su nuevo trabajo se desvía de la composición meramente circular y en su lugar, la forma de cruz aparece a través de un diseño en cuadrícula que se expande, del centro hacia afuera, en variaciones limitadas de color determinadas por las reglas del juego de mesa. Las limitaciones, autoimpuestas, son la manera en que Orozco explora las posibilidades de creatividad a través del cálculo.

 

Una serie de esculturas nuevas en piedra caliza, producidas en el 2017 y tituladas Dés (Dados en francés), siguen el mismo principio de composición; en este caso utilizan la tercera dimensión: profundidad. Cada es labrado a mano de manera meticulosa y explora las variaciones de “vacío” y “lleno” de formas que la pintura sólo puede lograr a través del color. El artista considera el vacío como una forma de construcción que se centra en el espacio y en los residuos que, por su movimiento, los cuerpos dejan detrás —como se observa en sus obras Empty Shoe Box (1993), Yielding Stone (1992), Breath over Piano (1993), o Extension of Reflection (1992). Una representación material de este proceso de composición se encarna en la obra de piedra caliza, que ha sido fundamental para la investigación de Orozco en Bali. Como respuesta a su interés en este material y en la técnica de labrado lento y muy detallado, el artista asistió a un taller de escultura en piedra para llevar acabo estas piezas y adoptar por completo el proceso al colaborar con artesanos locales cualificados.

 

Fascinado con las posibilidades de la piedra caliza y con el conocimiento de los escultores, Orozco también produjo una pieza que representa su interés en el antiguo relieve cuneiforme de Mesopotamia, y los jeroglíficos labrados de Egipto y de la civilización Maya. El texto esculpido en la piedra la transforma en una forma material que ocupa espacio. La escritura es a un principio lineal y plana, sin embargo, la literatura entreteje la profundidad, la historia y el contexto en la superficie, permitiendo que se perciba como multidimensional. A través de este relieve, Orozco explora la manera en que la escultura puede encarnar a la literatura: un cuerpo de concreto que cuenta una historia a través de las líneas y círculos que se han labrado en él.

 

Por último, una serie de dibujos a tinta que muestran un proceso creativo más libre. Cada obra completa fue concebida y elaborada como un set diario, que consiste de nueve páginas dibujadas en el cuaderno de bocetos de Orozco. El artista comienza con un dibujo figurativo, a tinta, de un cráneo; un tema recurrente en su obra desde Black Kites (1997) y mismo que penetra a través del resto de las páginas. Después, Orozco trabaja en cada una, desde la primera meramente figurativa hasta una variación abstracta de la forma inicial. El ejercicio diario es una reminiscencia de los dibujos automáticos, permitiendo que el subconsciente se exprese en las páginas; dejando que el azar forme parte de este proceso consuetudinario.

 

El viaje de vida de Orozco es visible en la superficie de su obra. Sus exploraciones de lugares y de culturas se convierten en su proceso creativo, que podría considerarse una bitácora de viaje variopinta. En este instante del trayecto, Asia es el centro de su atención, sin embargo, su visión tiene un lenguaje universal que adquiere sentido dondequiera que resida. El constante cambio de residencia de Orozco ha sido la fuerza fundamental de la continua renovación en su creación artística.


Para Art Basel Hong Kong 2018, kurimanzutto presentará una exposición individual de obras nuevas de Gabriel Orozco. Todas realizadas durante sus últimos años de residencia en Asia.