Petrit Halilaj (Kosovo, 1986) es conocido por sus instalaciones inmersivas que expresan el deseo de alterar el curso de las historias personales y colectivas, para crear mundos artísticos complejos que reclaman espacio para la libertad, la intimidad y la identidad.

Halilaj se inspiró en los garabatos y dibujos infantiles que encontró en los pupitres de la escuela a la que asistió en Runik (Kosovo). Para The Met Commission, amplió su investigación a otras escuelas de Albania y de países de la antigua Yugoslavia, que actualmente experimentan importantes cambios culturales y sociopolíticos. Los dibujos furtivos de los pupitres de los niños se han ampliado a esculturas tridimensionales de metal. En conjunto, ponen a la vista del público la memoria colectiva y el poder imaginativo de generaciones de estudiantes cuyas vidas estuvieron marcadas por conflictos traumáticos y divisiones territoriales. Kosovo sufrió la última de una serie de guerras en la región de los Balcanes en la década de 1990, durante la cual a muchos niños se les negó el acceso a la educación por motivos ideológicos. Abetare toma prestado su título del libro que el artista y sus compañeros utilizaban para aprender el alfabeto en la escuela, cada letra vinculada a una lección en imágenes y texto.

En Abetare, referencias culturalmente específicas a diferentes ideologías políticas, religiones y héroes locales coexisten con símbolos más universales y guiños lúdicos a la cultura pop, la historia del arte y los deportes. Repartidos en el espacio del Iris and B. Gerald Cantor Roof Garden, los «dibujos en el espacio» se funden con la arquitectura y el paisaje circundantes para crear una escenografía multivocal con una narrativa abierta. Una celebración del impulso compartido por la expresión personal y la creación, Abetare es una oportunidad para el descubrimiento y una invitación a ampliar nuestra capacidad de imaginar futuros transformadores.

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