Pedazos de tiza de tamaño humano, cada uno de 64 pulgadas de largo y aproximadamente 120 libras ocupan la sala Gallery 7 de Walker Art Center, espacio que se ha transformado en un entorno abierto a la creación espontánea. Con una pizarra que abarca las paredes y el piso, esta instalación de arte de los artistas Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla se ha presentado en ciudades de todo el mundo, incluida Lima, Perú; Zapopan, México; Sydney; París; Bostón; y Nueva York. Chalk proporciona un foro físico para que los participantes intercambien ideas, evolucionando hacia un retrato social y político de la comunidad.
Allora y Calzadilla, con sede en Puerto Rico, han colaborado desde 1995, creando obras que abarcan escultura, video, performance y fotografía. A través de su práctica incisiva, se involucran con cuestiones de historia, cultura y geopolítica.
Curadora: Victoria Sung, curadora asistente, Artes Visuales
Declaración de los artistas
Podríamos decir que la huella es nuestro medio; Al mismo tiempo, un objeto poético y un conjunto de operaciones materiales, el rastro vincula presencia y ausencia, inscripción y borrado, preservación y destrucción, y aparición y desaparición.
Chalk sintetiza varias líneas de la historia del arte: minimalismo, arte de proceso, sucesos, arte conceptual, arte público crítico y rendimiento, entre otros, para plantear cuestiones esenciales sobre la naturaleza de los sistemas de comunicación que construimos, desde máquinas monolíticas hasta medios personales. Al mismo tiempo que es una sustancia geológica y una herramienta de escritura, Chalk se puede experimentar como un lugar de entropía, con cilindros monumentales que se convierten en ruinas, y como un lugar de intercambio social y político complejo.