kurimanzutto se complace en presentar No se puede hacer una revolución con guantes de seda de Wilfredo Prieto. Después de su exposición individual en la Sala de Arte Público Siqueiros en 2012, el artista cubano regresa a México con una serie de pequeñas intervenciones dentro y fuera del espacio expositivo.
Marcadas por una sencillez casi escandalosa, las esculturas e instalaciones de Wilfredo Prieto se caracterizan por emplear objetos cotidianos y materiales intrascendentes. Su práctica busca replantear la relación del público con la idea de la monumentalidad, por lo que algunas de sus acciones y gestos se mueven en terrenos muy sutiles, prácticamente invisibles, que podrían pasar casi desapercibidos. A través de intervenciones puntuales, reflexiona acerca de la saturación de la vida diaria que impide ver con claridad lo que nos rodea. Las piezas sonoras de la exhibición cuestionan la velocidad ensordecedora a la que se dispara información en discursos políticos y anuncios, que más que transparencia buscan esquivar y omitir lo que importa realmente.
Ante este panorama, Prieto aboga por comunicar con lo mínimo: lo esencial, aunque pueda pasar inadvertido, se vuelve lo más provocador. El impacto de su trabajo reside precisamente en desdibujar los límites entre la obra de arte y su entorno, entre el espacio de exhibición y el de la realidad. A menudo sus proposiciones consisten en enmarcar y exhibir aquello que ya existe, sin volverlo algo bello o sublime. Con gestos sencillos y un agudo sentido de perspicacia, el artista invita a distanciarnos de experiencias establecidas y normalizadas, lo suficiente como para poder apreciarlas bajo un nuevo lente.