Al artista sonoro libanés Tarek Atoui se lo conoce por su exploración del performance como un proceso complejo, abierto y dinámico. Sus reflexiones acerca de lo que constituye un instrumento musical lo han llevado a investigar la música clásica árabe y a colaborar con los estudiantes de una escuela para sordos, con el fin de aprender cómo perciben y escuchan el sonido. Al involucrarse en un espectro tan amplio de proyectos, Atoui cambia constantemente de rol: pasa de intérprete (performer) a programador computacional, de investigador a director artístico. Sus intervenciones multidisciplinarias, eventos, conciertos y talleres lo han llevado a la Bienal de Sharjah (2009), a dOCUMENTA 13 (2012), y a inicios de este año a la 8 Bienal de Berlín. En su primera exhibición individual en México, Atoui presenta “The Reverse Sessions”, un proyecto articulado en tres etapas, de las cuales la última se dará a conocer en kurimanzutto.
En octubre de 2013, Atoui invitó a dieciocho músicos experimentales de distintas partes del mundo a seleccionar e improvisar con los instrumentos de la colección de etnomusicología del Dhalem Museum en Berlín. Durante ocho meses se llevaron a cabo múltiples sesiones de grabación en las que seis percusionistas, seis músicos de viento y seis músicos de cuerda tocaron más de cincuenta instrumentos. Desprovistos de cualquier información histórica o antropológica, se relacionaron de manera intuitiva con los artefactos. Siguiendo la tradición del piano preparado de John Cage y los ensambles de música electroacústica de Evan Parker, los músicos utilizaron diferentes utensilios para producir sonidos poco convencionales. Estas grabaciones individuales dieron como resultado una vasta fonoteca que a su vez se convirtió en el inicio de un nuevo proceso de trabajo. Después de escuchar y mezclar los solos durante tres meses, Atoui compuso una serie de partituras de 20 a 25 minutos de duración para ser interpretadas en vivo.
Consideradas por el artista como estructuras de improvisación, cada una de estas piezas sólo provee a los músicos con los señalamientos y direcciones más generales para interactuar entre ellos y con sus instrumentos. Estas composiciones dieron lugar a una serie de doce conciertos que se presentaron en el Dahlem Museum durante la 8 Bienal de Berlín. Los performances fueron meticulosamente grabados y de las cuatro horas y media de material, Atoui seleccionó los siete extractos que mejor lograran exhibir las diferentes cualidades y formas del sonido colectivo.
Para la tercera etapa del proyecto, Atoui utilizó estas grabaciones de audio como materia prima. Sin hacer uso de imágenes, al artista trabajó directamente con el sonido – contrario al método de la etnomusicología que estudia el mecanismo y el material del cual está hecho un instrumento – para imaginar y construir los artefactos que fueran capaces de reproducir las grabaciones. Su colaboración con lutiers y creadores de instrumentos dio como resultado estos ocho instrumentos originales que combinan cuerdas, viento y percusiones. Estos objetos serán activados a través de performances y ensayos durante el periodo que dure la exposición. Los videos de los conciertos y las sesiones solistas que inspiraron su fabricación también se exhiben en la galería para dar un panorama a la inversa del proceso creativo de Atoui a lo largo de los últimos dos años.
Nacido en el Líbano en 1980, Tarek Atoui se mudó a Francia en 1998 para estudiar arte sonoro y música electroacústica en el Conservatoire national de Reims, Francia. Ha sido codirector artístico de Estudios STEIM en Ámsterdam, un centro para la investigación y el desarrollo de nuevos instrumentos musicales electrónicos. Atoui ha presentado su trabajo en sedes internacionales y participado en exhibiciones que incluyen la Bienal de Sharjah (2009 y 2013), el New Museum of Contemporary Art, Nueva York (2010), La Maison Rouge, París (2010), la Bienal Mediacity, Seúl (2010), la Haus Der Kunst, Múnich (2010), Performa 11, Nueva York (2011), dOCUMENTA 13 (2012) y la 8 Bienal de Berlín (2014).
Tarek Atoui actualmente vive y trabaja en París.