En dia cronía Sofía Táboas revisita la obra arquitectónica de Luis Barragán con el fin de investigar un interés compartido por ambxs en sus prácticas: la relación de la luz con el color. La artista ha tomado como base cinco construcciones del arquitecto tapatío para obtener cinco extensas paletas derivadas de los múltiples cambios producidos por el contacto de la luz sobre los colores de sus muros. Cada uno de estos pantones es utilizado en la producción de una pintura. Las superficies de estas obras son irregulares y provienen del diseño de una herrería que sirve como una retícula modular. Táboas ha aplicado el cuantioso número de colores en estos módulos o fragmentos bajo una metodología que integra el azar. El resultado son cinco pinturas que se presentan como un campo de fuerzas lineales que se mueven en distintas direcciones, con diferentes énfasis pero coherentes en cuanto a su investigación cromática. Solo un fragmento en cada pieza rompe con el pantone ya que sus colores provienen de otro edificio vecino a las construcciones de Barragán – un complemento que se desprende del contexto urbano real y que, hasta cierto punto, marca un límite a las idealizaciones de la arquitectura moderna.
A la par de estas pinturas, dia cronía también integra varias esculturas hechas con latón y vidrio soplado. Estas piezas, que replican los diseños de las herrerías, se erigen de manera autónoma y operan como objetos fuera de contexto y desprovistos de su función original. De esta estructura penden y se sostienen varios elementos hechos con vidrio soplado. Pareciera como si las esferas de vidrio que el arquitecto tapatío utilizaba en sus interiores como elementos decorativos hubieran perdido su rigidez, volviéndose suaves, flácidas. Estas formas de vidrio soplado contienen fragmentos de colores que, en este contexto, pueden remitir a los vitrales o vidrios de color empleados en algunas de sus construcciones. Cada escultura, de hecho, podría ser vista como un particular vitral escultórico que en su solución reconcilia lo solido con lo transparente, lo opaco con sugerencias lumínico-cromáticas así como la rigidez de una retícula con una forma más anómala y caprichosa a partir del proceso de producción del vidrio soplado.
Los jardines que Barragán diseñó en la Casa Ortega son el sitio en el que se presenta dia cronía. De esta forma, Táboas toca varios aspectos presentes en el paisajismo y jardinería del arquitecto. El montaje de sus piezas hace eco de su interés en evocar asombro. Al estar a la intemperie, las esculturas se relacionan con procesos naturales; así los materiales como el latón y la madera pueden generar una pátina. Del mismo modo, las obras se encuentran expuestas a los efectos de la luz natural a lo largo del día. De esta forma, se vinculan con el paso tiempo y se prestan para contemplar cambios y efectos cromáticos; una investigación consonante con los intereses y preocupaciones en el trabajo de Táboas sobre la percepción y la experiencia del espacio, la luz y el color.
–Daniel Garza Usabiaga