Clave intermedia, la próxima exposición de Sofía Táboas en kurimanzutto, presenta un conjunto de obra que traduce ejercicios pictóricos y gráficos en esculturas. La artista se enfoca en estudiar las propiedades estéticas de las materias naturales y artificiales que nos rodean; al mismo tiempo le interesan la posibilidad de extraer algunas teorías pictóricas de su medio habitual.
La teoría del color marca la pauta para la creación de varias de las obras en la exposición: una serie de muestrarios de piedra (organizados por tono, textura y opacidad) funciona como claves tonales para la creación de pinturas. Estos repertorios minerales contienen combinaciones de color que la artista emplea en referencia cruzada sobre las superficies de cada lienzo.
Para otro conjunto, Táboas observa detenidamente los elementos gráficos que ofrece la ciudad: rejas, ventanas y puertas de herrería muestran un paisaje de composiciones ortogonales. En el afán de contrarrestar la rigidez de estas retículas, la artista transforma los patrones del fierro y el vidrio en obra textil que cambia según sea su instalación en el espacio, como telones suspendidos desde diferentes puntos de la galería. La composición multicolor de las telas también se organiza a partir de reglas cromáticas de la teoría del color: colores primarios y complementarios, paleta cálida, escala de matices, entre otras. Cada textil se ancla al suelo con un lastre de piedra tallada que por su forma parece blanda.
En esta exposición Táboas se interesa particularmente en las zonas intermedias que separan el espacio interior del exterior: puertas, rejas, ventanas, vitrales, mallas, cortinas; y los umbrales que nos conceden para transitar por el espacio con la vista o con el cuerpo. En su conjunto, Clave intermedia continúa con las investigaciones sobre las cualidades de la materia que ha realizado la artista a lo largo de su carrera. Así, aborda las relaciones entre el paisaje, la arquitectura y la escultura a través de ejercicios relacionados con la pintura.