Eduardo Abaroa y kurimanzutto presentan La cuesta de enero y otros comportamientos protoeconómicos, un proyecto que reflexiona sobre diferentes aspectos y consecuencias de la realidad económica contemporánea. El lugar que alberga la exposición, una antigua oficina en la que se realizaban transacciones financieras ubicada en un primer piso de la calle 5 de mayo, fue el punto de partida conceptual de este proyecto. Abaroa presenta quince obras realizadas entre 2004 y 2005 que comentan la irracionalidad de la distribución global de la riqueza, la lucha por el dominio de los mercados, la desestructuración y desequilibrio de los consumos y el control mercadotécnico en la satisfacción de necesidades. La cuesta de enero y otros comportamientos protoeconómicos, aborda «del lado» aspectos no especializados de la economía a través de un ambivalente planteamiento conceptual que evita determinar la interpretación del espectador al tiempo que propone pistas evidentes.
Mediante una iconografía ya característica en su obra, el artista detona la reflexión a través de formas cúbicas, animales alterados, objetos populares, referencias pornográficas y representaciones en miniatura. Un cubo realizado con varillas de acero cromado se distorsiona con la carga pequeños imanes para el refrigerador los cuales, provenientes de la artesanía urbana, reproducen empaques de productos básicos: focos, cereal, queso, gelatinas.
En soportes pintados en lenguajes geométricos minimalistas, resortes de calzones cuelgan bajo el título de La amenaza del calzón chino evocando tanto la voracidad de la economía asiática como la agresión del homónimo juego infantil. Y, por último, los delfines de Abaroa, metáforas de la inteligencia inútil y del dominio mercadotécnico de la sobrevivencia: uno pintado de café negrusco y rodeado con botellas vacías de diferentes marcas de refrescos de cola; otro intervenido con objetos eróticos y pequeñísimas imágenes pornográficas; y otros disfrazados de pollos (el animal más útil para la mercadotecnia alimenticia).
La cuesta de enero... es una muestra paradójica que además de comprobar la fuerza persuasiva de los discursos, también delata la dificultad contemporánea para fracturar su poder. Un poder que determina el significado de los objetos y la percepción de los espectadores, a la vez que altera las expectativas conceptuales de los creadores.
Fuente: Redacción Revista Proceso, 23/I/2005.
notas críticas:
«Eduardo Abaroa se pone ad hoc con la temporada y desnuda la relación entre el arte contemporáneo y la complicada situación económica de inicio de año. La cuesta de enero (y otros comportamientos protoeconómicos) es una muestra en la que el artista investiga diferentes comportamientos animales, sicosociales y, por supuesto, económicos.
Para Abaroa [...] la economía es objetiva pero el fenómeno de la cuesta de enero sucede porque previamente hay una festividad religiosa que no tiene nada de objetiva. «Es algo hasta cierto punto inmaterial pero que influye en la economía. Me interesó analizar esta situación económica que tiene más que ver con lo que piensa la gente y cómo celebra sus ritos.»
Las piezas, realizadas con base en una mezcla de «disciplinas» como la ciencia ficción, la logo-zoología, la sicología amateur, la estafa y el humor involuntario, revelan imágenes de delfinoterapias sexuales o alimenticias, así como pintura-objeto titulada La amenaza del calzón chino, la cual representa la competencia comercial de China y México.
«Tenía ganas de hacer algo con los delfines desde que vi que los usaban para encontrar minas acuáticas y así abrirle paso a los submarinos. Yo pensaba que probablemente, en una especie de ciencia ficción, podríamos imaginar que los animales van a cumplir funciones que el ser humano necesita, en lugar de que la evolución los haga existir como tales»
Ceballos, M.A. (6 enero 2005), La cuesta de enero desde la plástica, El Universal.