Kandis Williams (Baltimore, 1985) desarrolla una práctica artística que abarca el collage, la performance, el ensamblaje, la publicación y la curaduría. Su trabajo explora y deconstruye la teoría crítica, abordando temas de raza, nacionalismo, autoridad y erotismo. Sus collages meticulosamente compilados están densamente estructurados, tanto en su forma, a través de la repetición de formas y figuras, como en su contenido, con un énfasis en imágenes políticamente cargadas y libidinales. A menudo inspirada en la pintura histórica, estas obras están compuestas por imágenes extraídas de revistas y textos archivados, colocados en un juego inquietante. Williams considera estos collages como una desintegración del valor fotográfico en esquemas estratificados.
De manera similar, la práctica de performance de Williams explora coreografías sociales codificadas, enfatizando la violencia estructural y sistémica. En sus actuaciones, segmentos desencarnados de texto se convierten en collages, formando guiones para sus intérpretes. A través de este proceso, propone lo que ella llama pedagogía experimental, un "consumo de textos académicos que tienen una producción no discursiva, una producción afectiva que mitifica -entrelazando qué tipos de conocimiento son inmediatamente relacionables para un individuo con la creación de un paradigma de pensamiento". En su serie de collages, Williams mezcla imágenes de belleza clásica con máscaras mortuorias y mitología. Cada una de estas obras superpone eras (modelos de la actualidad junto a esculturas clásicas), mientras se considera la historia del escenario en sí. Williams ofrece a los espectadores la oportunidad de situarse, literalmente a través de la reflexión, en composiciones densas y fragmentadas.