kurimanzutto presenta una nueva exposición individual de Miguel Calderón. En ella se reúne un conjunto de esculturas, fotografías y videos que indagan en sucesos de la vida del artista y se relacionan entre sí. La muestra además incluye una serie de acuarelas que él ha realizado en paralelo al desarrollo de sus temas centrales y le han ofrecido una vía para explorar su inconsciente.
La exposición toma su título del más reciente video dirigido por Calderón en la Ciudad de México, El placer después, que se sitúa entre el documental y la ficción pues narra una serie de sucesos contados por un personaje real y escenificados por él mismo. Justo después del temblor del 19 de septiembre de 2017, Calderón entabló una relación de amistad con el personal de intendencia de la Fuente de la Cibeles; de ese encuentro se originó parte de la exposición. Varias de las obras se conectan por la búsqueda del artista de integrar en su trabajo la experiencia personal de su deambular por la ciudad y de incorporar en él tanto personajes conocidos y ficticios como objetos que han marcado su memoria.
En paralelo se muestra una serie de objetos directamente vinculada al video y a una anécdota absurda que adquiere un significado casi místico. Amuletos para un temblor intenta llevar al extremo la ironía, la solución práctica que el personal que atiende la fuente encontró para sentirse a salvo en una ciudad que acababa de sufrir un sismo con consecuencias trágicas.
Una serie de fotografías también en el espacio de exposición se originaron a partir del video La plenitud de la nada. En él el artista plantea una visión abstracta del desastre por medio de un viaje a lo largo de un socavón infinito hecho a partir de cortes de material de archivo noticioso. Las fotografías son una selección de éstos socavones. A través de ellas, Calderón muestra su fascinación por la estética del desastre y lo absurda que puede ser la realidad en un país proclive a las catástrofes cotidianas.
A la par de estas obras se exhibe una serie de acuarelas de un tono más expresivo que parecen ocupar un espacio mental distinto. En ellas se plasman figuras del inconsciente del artista: visiones del mundo externo que asimila y replantea en ejercicios meditativos que lo desconectan de la investigación principal que realiza en las demás piezas. Su visión de la sociedad y la expresión de sus experiencias se combinan en imágenes que van de lo ridículo a lo macabro y muestran una sinceridad emotiva en un estilo desenfadado que se ha vuelto ya característico del artista.